Crítica de cine: Private Tropical 6 "Tequila Bum Bum" (2003) (Sandra Pusso, Tina Tagner, Alexa Gays, Maya Sold)
La película comienza con una visión panorámica de Nápoles al final de la tarde, sobre la Avenida Antonio Gramsci, a lo largo de la playa Mappatella, con el Castell d´l Ovo al fondo. En una casa palaciega napolitana, decorada con aire neoclásico, una pareja se despide. El pobre Alessandro se marcha a un viaje de trabajo, al sombrío y desolador Kiev, quién sabe si a revisar el sarcófago de la central de Chernobil. No parece ser un viaje atractivo.
Private Tropical 6 Tequila Bum Bum trailer (en castellano)
Parte 1 de la versión argumental de la película Tequila Bum Bum (en castellano)
Parte 2 de la versión argumental de la película Tequila Bum Bum (en castellano)
Vista de Nápoles
La triste despedida |
La realidad es que Alessandro no aterrizará esa noche, ni siquiera viaja a Ucrania de hecho, sino que pernoctará en el avión, en un largo periplo hasta la paradisíaca Isla Reunión, en el Océano Índico.
Ya se ven bailando en el Tequila Bum Bum
|
El avión llega a media mañana, tras un retraso de cuatro horas, y por fin, Alessandro y su compañero de viaje, Sergio, se reúnen con Franco, que toma el sol tumbado plácidamente en una hamaca del hotel La Villa du Soleil. Los viajeros, recién llegados, ya preguntan por las chicas, pero Franco, relajado, les invita a darse una ducha y a descansar; por la noche irán al Tequila Bum Bum, la discoteca de moda de la isla. Ron, el cuarto amigo, no pierde el tiempo y ya está en la playa, en plena faena con una alemana que conoció la noche de antes en la disco.
Al caer la noche, Ron está cansado por la multiorgásmica teutona, y Sergio, por desgracia, tiene jet lag. Ambos se quedan en el hotel, y tan solo Franco y Alessandro van de caza al Tequila Bum Bum.
El local, decorado con estilo colonial, mimbre y chozas tribales, está medio vacío. Suena techno de mediados de los 90 y en el centro de la pista bailan dos excéntricas parejas que siguen el patrón cincuentón-veinteañera.
No tardan en sentarse cerca de nuestros dos tímidos amigos, que detectan muy pronto que las rubias les hacen ojitos en medio de la penumbra. En la corta distancia, se percatan de que los cincuentones pierden más aceite que la furgoneta de Locomía, así que deciden romper el hielo.
Franco les dice que parece reconocerlos. Ellos, envalentonados, responden que están ante los mismísimos Rocco Savelli y Leopoldo Antinori, diseñadores de haute-couture.
Conociendo a Leopoldo Antinori y sus secuaces |
Maya Gold con un product placement de J&B
Tras conversar unos minutos, los supuestos modistas les invitan a visitarlos a la mañana siguiente en su villa en las colinas. Alessandro y Franco no ligarán esta noche, pero quién sabe qué pasará en la jornada siguiente.
La discoteca Tequila Bum Bum es en realidad la discoteca Africa Queen de Saint Gilles, que luego se denominó O Chicaya y que en la actualidad ha cerrado.
Información de 2013 sobre una fiesta en O Chicaya, 10 años después de la película
Comparativa de la sala, fijaos en los sillones del centro de la imagen
El jarrón sobrevivió al cambio de nombre y decoración
Otra parte de la decoración se movió a la Africa Queen de St Pierre: la malla de mimbre de las paredes...
Y en su Facebook podemos ver los taburetes con estampado animal print en el nuevo establecimiento
Información ya poco útil en el 2020...
La discoteca está situada aquí en Maps
El local es ahora un lugar aburrido en el que se firman contratos de suministro eléctrico
Mientras tanto, en Nápoles, la esposa de Alessandro conversa con la mujer de Sergio, otra rubia checa un poco más joven. Hablan en cestina, pero en el pase de octubre de 2004 en Canal + en España, la conversación es la siguiente:
La esposa de Alessandro dice que "no le parece correcto y que no deberían hacerlo" pero la mujer de Sergio replica con un "imagínate en una isla exótica tomando el sol". La otra checa, carcomida por la culpa por el mero hecho de estar comentándolo, asegura "que no le parece justo y que deben pensar en sus maridos". La esposa de Sergio, sentada, le advierte acerca de que "todos los hombres son iguales y que ellos harían lo mismo si pudieran, por lo que ellas también tienen derecho". La mujer de Alessandro, de nuevo mirando al suelo, remarca que "no está bien porque ellos están en Kiev trabajando en el frío". La última intentona de la otra rubia checa le promete que "va a ser divertido ir a la playa rodeadas de tíos buenos". Esto hace reblar por fin a la checa que permanece de pie, "porque resulta muy tentador", y acepta finalmente la alocada idea del viaje para, a continuación, brindar "por la gran aventura de mañana".
En Nápoles, echando de menos a sus maridos |
En Reunión, Alessandro y Franco se levantan temprano y, a pesar de la resaca, acuden puntuales a la fastuosa villa de los diseñadores de moda. El vestíbulo les sorprende por sus colosales proporciones. En el jardín, Leopoldo les espera con un hachimaki de arcoiris en la frente, dejando bien claras sus tendencias sexuales. Les pregunta cómo les están yendo sus vacaciones y si están solos en la isla; haciendo gala de una generosidad deslumbrante, les anuncia ya que esta villa será su casa siempre que quieran, y que sus amigos pueden acompañarles también en la próxima visita. Pronto, Rocco hace acto de presencia acompañado de las dos rubias, a las que por fin ponen nombre: Vivien y Laurel. Brindan todos juntos.
Bienvenidos a Villa Antinori |
Los diseñadores les piden que se queden a cargo de las muchachas, porque van a trabajar en la "nueva collezione”. Incluso pueden bañarse en la piscina, insiste Leopoldo. Franco replica que no tienen bermudas, pero Antinori les ofrece unos trajes de baño muy especiales: el Giancarlo Febe y el Gianna Mangolas collezione.
Las apariencias engañan en Isla Reunión
Sin embargo, poco tiempo les duran puestos. Y en el vasto jardín, Alessandro y Franco disfrutan de Vivien y Laurel, sin apenas remordimiento. Mientras los dos incautos andan ocupados, Leopoldo y Rocco cogen sus llaves del hotel y salen disparados hacia La Villa au Soleil.
Ladrones con oficio |
Rebuscando en la bolsa de Camel
Por la noche, los diseñadores de moda y las rubias muchachas se reparten el botín. Cada día llevan a cabo la misma estafa, y así pagan su alto ritmo de vida, y el alquiler de la villa. Villa que dicho sea de paso, está ubicada en una urbanización de Le Port, en la región de Possesión, en concreto, en la calle Rue Moulin Joli, y que tiene una destacada piscina con forma de miembro viril.
Al despertar, Alessandro y Franco descubren que les han saqueado las habitaciones; algún ladrón se han llevado todo el dinero. Indignados, buscan consuelo en Sergio y Ron, que desayunan ajenos a la desgracia. Ellos les tranquilizan diciendo que les prestarán el dinero que haga falta.
Indignasió |
Franco coge el dinero que le prestan sus generosos amigos y decide gastárselo en alquilar una camioneta pick up, y en una prostituta morena abierta al amor intenso del “aquí te pillo aquí te mato”. Total, la vida son dos días y hay que vivirla. Se la lleva a Le pitón de la Fournaise, el corazón volcánico de la isla.
En la película
Pasan por el parking del Pas de Sables y siguen para adelante hasta llegar a un sitio más tranquilo, y se la tira en la cajuela, sin ningún pudor. La pickup es una Mitsubishi L200 de tercera Generación.
Carpe diem |
Fotos del vehículo en la web autodata
Y de repente, adivinad quién aparece en la isla de Reunión. Pues sí. Las esposas de Alessandro y Sergio. Casualidades de la vida. ¿A la misma isla? Obvio. ¿Al mismo hotel? Sí ¡al mismo hotel, La Villa du Soleil! La verdad es que estás cosas pasan, así que no se sorprenda tanto amigo lector.
Al mismo puto resort, con dos cojones |
La película se acaba de poner la mar de interesante. Imaginaros la cara de las checas cuando vean a sus respectivos maridos, cuando creían que se encontraban en el sórdido Kiev, trabajando a destajo, entre reunión y reunión.
Pues bien, mientras la esposa de Alessandro está en su habitación, el propio Alessandro conoce a Samantha, la mujer de Sergio. Esto puede sonar rocambolesco, pero a principios del siglo XXI, los móviles con cámara eran extremadamente inusuales, y es muy posible que no hubieran visto fotografías de las respectivas parejas de sus amistades. Todo está atado y bien atado.
La propia Samantha dice que no tiene novio ninguno, lo que deja bien claras sus intenciones. Quedan para verse en el Tequila Bum Bum esa misma noche.
Instantes después de que Alessandro se haya retirado a su aposento, reaparece en escena su esposa Sylvia (sabemos ya el nombre por la reserva del hotel). El director Max Bellochio nos evitó aquí el que podía haber sido uno de los mejores momentos de la historia del cine, pero hay que perdonárselo porque nos esperan más sorpresas.
Samantha conoce a Chiro |
Samantha comenta con su amiga que ya ha ligado, que ha sido llegar y besar el santo. Además, le dice que el chico se llama Chiro. Ahí hay que reconocer que Alessandro tuvo mucha visión, ya que decidió inventarse un nombre falso sin aparentes motivos para ello. Sin duda, una jugada maestra.
Muy cerca, el hasta ahora fiel a su esposa Samantha, Sergio, y Ron, que no moja desde la alemana, escuchan atentamente a Alessandro, hambrientos como perros callejeros. Para terminar con su tortura, este les recomienda ir a la villa de los diseñadores de moda. "Son gays y no les importa que os paséis por la piedra a sus mujeres. Confiad en mí"
Polvo asegurado in the villa, trust me! |
En la villa de los sastres las cosas van muy bien por la noche. Leopoldo y Rocco les piden a sus invitados que cuiden de sus mujeres mientras se van a Madagascar. Sergio y Ron están dispuestos a sacrificarse, y no solo eso; como tienen dinero a mansalva para prestar y gastar, se ofrecen a alquilar un helicóptero y un ala delta motorizado, para que las chicas disfruten de una tourné por la isla y lo que se tercie.
Se masca la tragedia |
Cuando la pareja de incautos abandona la mansión, el cuarteto de estafadores reconoce estar cansado de ir dando el palo por la vida, y acuerda retirarse de la delincuencia tras este último golpe. Su corazón marchito busca la salvación, a los cuarenta y diez.
De ruta turístico por la isla de Reunión
A la mañana siguiente, el viaje en helicóptero es una auténtica maravilla, aunque el piloto fantasma no transmite mucha seguridad. En el deltaplane a motor de Los Passagers du Vent, tampoco tienen nada que envidiar. Por cierto, Maya Gold es una mezcla entre Margot Robbie y Marion Cotillard. Lo más importante aquí es el detalle de que Sergio ha mojado por fin, y eso le convierte en más pecador que Samantha que, en esos momentos, realiza una inocente visita al Croc Park, acompañada por el chico que se hace llamar Chiro. De momento parece ser tan solo una inofensiva tarde de colegueo. No sabemos qué pasó en la velada previa en el Tequila Bum Bum, aunque seguro que hubo buen rollito hasta altas horas de la madrugada.
Cocodrilo Dundee Croc Park Reunion Croc Park L’Etang-Salé les Bains |
Después del atardecer, en una suite del hotel reservada ex profeso (menos mal que no quisieron molestar a su amiga y esposa; de nuevo el destino ayudando a los pecadores) Alessandro o Chiro, como prefiráis, le suelta que cuando le mira el azul de sus ojos checos, solo ve el azul del mar, e incluso que la quiere desde el primer instante en el que la vio en el hotel, sin miedo. Samanta, totalmente desarmada, se entrega; literal.
En la tarde del día sucesivo, en la piscina, Sergio y Ron le confiesan a Alessandro que también les han desplumado, pero oye, que les quiten lo bailao. Alessandro, además, propone que cuando regresen a Nápoles deben organizar una cena de parejas para conocer a las esposas de cada uno. Huele a fin de vacaciones. Una pena.
De piscineo, alardeando de trofeos. |
Por otro lado, Samantha conversa en cestina con la esposa de Alessandro, tendidas ambas sobre la arena. En el pase del último fin de semana de octubre de 2004 en Digital +, justo antes de las elecciones presidenciales de Bush contra Kerry la traducción al español de la conversación fue la que desarrollo bajo estas líneas:
La esposa de Sergio, Samanta, dice que "ya se van de la isla, y que nadie sabrá nunca que han estado allí y que ha conocido a un tal Chiro, al que se ha llevado a bailar y a la cama". Sylvia le pregunta que "qué tal lo hace, ¿mejora al marido o no?" y Samanta le replica que "el marido lo hace mejor", lo cual le parece una frase hecha a la buena de Sylvia. Sylvia añade que ella "también estuvo con chicos que se aprovecharon de ella porque iba bebida y le ofrecieron llevarla a casa, pero terminó amaneciendo en un barco en alta mar". "Que le quiten lo bailao" sentencia Sylvia.
Ambas checas hablan de sus conquistas sin saber que lo que han intercambiado son sus respectivos maridos.
Amenaza tormenta |
Por lo visto, la esposa de Alessandro estuvo la víspera en el Tequila Bum bum con Franco, Sergio y Ron. Bastante perjudicada; no sabe muy bien cómo terminó después del amanecer en un yate con un hombre a cada lado. Pensándolo bien, es normal que Ron y Sergio les presten dinero a sus amigos, porque no escatiman en gastos ¡Virgen Santa! La pregunta que conviene hacerse también es, por qué Franco decidió irse a dormir en lugar de acompañarlos al viaje en barco.
En defensa de la Sylvia hay que resaltar que, a mitad de jugada y quizás por una corazonada, decide rechazar a Sergio y evita, por lo tanto, consumar un triangulo de película de madrugada.
El Tequila Bum Bum nunca defrauda |
El filme termina cerrando el círculo, regresando a la casa palaciega de la escena inicial, ubicada en el centro de Nápoles. Va a tener lugar la cena que comentaron en la piscina, en la que van a conocer a las respectivas parejas. Como no podía ser de otra manera, allí salta la sorpresa.
Los ingredientes están en la cazuela Campari aprovecha la escena cumbre para hacer su product placement (en la esquina inferior izquierda) Cuando el bueno de Alessandro regresa de la cocina para presentar a su rubia esposa a la que final ponemos nombre, Sylvia, ya han hecho acto de presencia Sergio y su mujer Samantha. Las caras son un poema y se puede cortar el aire con cuchillo. Acaban de revelarse muchos secretos.
|
Comentarios
Publicar un comentario