Crítica de cine: Private Tropical 13 "A hidden pleasure" (2004) (Cristina Fella, Cindy Hords, Alessia Pompei)
Hoy nos adentramos en el oscuro universo de las parafilias, y es que Max Bellocchio decidió abordar en la película número 13 de la saga tropical el trastorno, conducta o parafilia del voyeurismo. El voyeur es aquel que obtiene excitación observando a otras personas en situaciones de intimidad: dándose una ducha, cambiándose de ropa o practicando relaciones sexuales. Bajo el título de "A hidden pleasure", mal traducido al castellano como "Placer oculto", el realizador italiano trató de acercarse a un problema complejo y no falto de controversia, y para ello contó con un gran elenco de actores que se entregaron delante de las cámaras.
Versión argumental de Placer oculto
TRAILER de Placer Oculto
En la escena de apertura vemos a dos chicos que escoltan a una bella mujer por la playa. Detrás de ellos, a una distancia sospechosa, camina con la mirada del urogallo el protagonista del filme, interpretado por Francesco El Manco.
Bonitas vistas
¡Menudo sinvergüenza!
Este salido sin remedio observa con deseo el sugerente tanga de la joven voluptuosa y disimula cuando los dos varones se giran con cara de pocos amigos. Los dos varones son Phil, con el pelo rubio oxigenado como si de un ciclista del Festina se tratase, y "El villano", encarnado por George Bull a la perfección.
Mirando al tendido...
Finalmente, tras un largo paseo sobre la arena, el trio busca un poco de privacidad en un área privada de hamacas, y el protagonista se instala en lo alto de un promontorio, para tener una visión completa de todo el jaleo. Justo en ese momento, se sobreimpresiona el título del filme, con una tipografía que sugiere emociones que van desde lo cómico hasta lo tenebroso.
Los amantes en cuestión no se dan cuenta en un primer momento de la presencia de aquel hombre perturbado que los seguía de cerca por la arena y muy pronto sube la temperatura... Llegan los besos y mucho más mientras el voyeurista observa con suma atención.
¡Viva el poliamor!
Aprovechando el 2x1 de Jet2 Holidays
Y es que hay días tontos, y tontos todos los días, por eso, más pronto que tarde, los mastuerzos se percatan de la presencia del mirón y corren hacia él como dos toros de Miura, sin medir las fuerzas a la hora de darle un severo correctivo mientras le preguntan obviedades como "¿Qué buscas aquí? o ¿qué buscas?"
El prota huye como alma que lleva el diablo
El mataleón
Tras conseguir zafarse, el protagonista sigue corriendo por la playa
hasta colocarse a un distancia de seguridad
Hay que reconocer que la primera escena de "A hidden pleasure" es absolutamente magistral porque tiene muchos elementos importantes. En esta escena nos encontramos con la polémica, disfrutamos del amor, y nos enfrentamos a un conflicto moral por la conducta impropia que lleva a cabo "El protagonista" y la justicia instantánea que le propina "El villano". Sin embargo, también experimentamos algo de aflicción cuando el voyeur, que sufre un parafilia que escapa más allá de su control, recibe una reprimenda.
A continuación llegamos a una escena clave en la que entra en juego un macguffin, que es "El hechicero". Este personaje se va a acercar hasta el protagonista y va a poner su vida patas arriba al otorgarle unos poderes sobrenaturales. Así pues, además de El protagonista y El villano, está también el Hechicero. Todos sin nombre, para aumentar la sensación de desconcierto.
El protagonista está ensimismado en sus pensamientos y aparece El hechicero.
El hechicero no parece llegar a tocarle. Luego sabremos el porqué, pero por ejemplo en la Capilla Sixtina, el dedo de Dios está extendido mientras que el del hombre no del todo. De esta manera,
Miguel Ángel quiso decir a través de su arte que llegar a Dios es cosa de cada persona.
Tras una breve conversación, El hechicero le asegura a nuestro querido protagonista que puede hacerle invisible, lo cual es perfecto para disfrutar de su parafilia sin complicaciones y sin recibir palizas. Al principio, el prota parece declinar el ofrecimiento, pero finalmente decide aceptar la proposición con el objetivo de que aquel chalado le deje de dar la turra.
Logo del medium residente en Cabarete, cuyo target
son los turistas europeos sumidos en crisis existenciales
Invisible... sobre el papel
Acto seguido, se nos introduce una escena de relleno con unos segundos de conversación romántica entre Susan, la mujer de Phil, y un desconocido que solo aparece en este momento del filme. Lo que quiere decirnos aquí Max es que en esta isla hay mucho vicio y que por eso es el lugar en el que El protagonista ha decidido echar raíces. A lo largo del año puede disfrutar de un gran número de encuentros con los que colmar sus obsesiones y controlar sus necesidades.
Susan disfruta de la costa
Phil, Susan, "El villano" y la morena de la escena de apertura
comparten un aperitivo en el jardín de Villa Coco Mar
Aquí se come peor que en un retiro de ayurveda
En esta conversación de jardín hay dos temas principales, por un lado El villano y Phil alardean de la soberana paliza que le dieron al protagonista, cómo no, exagerando en gran medida.
Por el otro, la charla trata acerca de una fiesta que tendrá lugar mañana y a la que asistirán, en principio, varias amigas de Susan con muchas ganas de pasarlo bien. Hay mucha complicidad entre Susan y Phil, que disfrutan de su relación abierta con mucha naturalidad.
Campo de nabos
Como pasa muchas veces, a la fiesta no acudieron las amigas. Las promesas cayeron en saco roto y las caras de Phil y El villano son todo un poema. Los que acuden son una pareja, ella de nombre Alexandra (¡ojito!).
Decepcionado...
El villano aprovecha ahora para malmeter contra las mujeres, que al parecer se han quedado en la ciudad de Cabarete comprando pingos en los chiringuitos. El villano, en la versión en castellano, dice: "todas las chicas son iguales: compras, charlas...". Lo del consumismo parece más que evidente, aunque no se especifica si han ido a los chiringuitos del paseo marítimo o a una tienda de abacería, pero con lo de charlas puede referirse a que las mujeres son propensas a las prédicas, o que han acudido a alguna exposición sobre "Los mamíferos marinos del Caribe" o sobre la obra pictórica de Cándido Bidó.
El villano no deja pasar ni una oportunidad
En cuanto el novio se va a los mingitorios con el objetivo de cambiarle el agua al canario y darse una ducha, El villano, con la inestimable ayuda de Phil, se lanza como un ave de presa sobre Alexandra. Este par de sediciosos sentimentales no respetan nada, pero la preciosa húngara es cooperadora necesaria a la hora de consumar este adulterio por partida doble.
Sonrisa de complicidad de esta chica, que es un verso suelto
Y mientras el novio está en la ducha...
Alexandra alcanza el cielo
Historia trágica, hasta aquí, porque vemos que hay muchos encuentros y nuestro querido protagonista no está presenciando ninguno. Ha pasado a un segundo plano durante buena parte del largometraje, lo que descoloca al espectador, que está ávido de información sobre la vida, obra y milagros de su voyeur favorito, al que ya ha cogido cariño.
"Para quien tiene miedo todo son ruidos" Sofocles
Para regocijo del observador, aparece de nuevo el protagonista, oculto detrás de la densa vegetación tropical porque no es consciente de su poder todavía. Observa a Susan, la mujer de Phil, con el novio de Alexandra, que se ha duchado y ya está listo para entregarse al amor en el jardín, compensando así el gesto adultero de su mujer.
Y ahora llega el turno para una escena muy épica, que tiene lugar en dos preciosas villas colindantes de la urbanización El Choco, en Sosúa.
El villano disfrutando de sus dominios
Villa en El Choco
El villano se topa con el protagonista pero parece no verle. En un primer momento, el soliviantado protagonista, le dice que está buscando a su perro cuando en realidad está rondando la zona para sorprender a alguna pareja de amantes dándose el lote. Podemos hablar aquí de lo que Umberto Lenzi acuñó como malessere di vivere (el malestar de vivir que aflige a la burguesía urbana) porque tanto El villano como El protagonista están perdidos, uno debido a su perturbación sexual y el otro por un exceso de imaginación ludicodopada que le hace caer constantemente en el intercambio de parejas y en lo sicalíptico.
Encontronazo
El villano parece no verle
El protagonista aprovecha la situación para vengarse
Un Mitsubishi Pajero Sport (Montero en España) aparece en esta escena para la historia
Hacienda del Rey: referencia catastral 18 de las Haciendas El Choco
Site de la Villa en la web Olimare
El protagonista está perplejo y como él considera imposible que El hechicero le haya inoculado semejante superpoder, concluye que El villano simplemente ha actuado así para hacerle saber que él es un Don Nadie; que su importancia nimia se merece que le ignoren y que la gente no repare en su persona. Este pensamiento catastrofista está alimentado a su vez por su falta de autoestima y porque jamás ha aceptado la parafilia que padece, que considera sonrojante e indigna y movida por el cerebro reptiliano de la Teoría del Cerebro Triuno de Paul Maclean.
El pensador de Rodín
Al final, decide salir de las dudas y le pregunta la hora a una pareja de turistas que toman el sol en una solitaria playa. El objetivo es confirmar que no es invisible, conclusión a la que ya ha llegado previamente porque ve su sombra y es capaz de verse las manos... Conclusión errónea, por otro lado.
Los turistas, hieráticos, ignoran por completo a El protagonista
Aspavientos y molestias caen en saco roto. No solo no le ven sino que no notan su tacto al quitarles las gafas o al rozarles las piernas...
El protagonista vive un efímero momento de completa felicidad,
al descubrir que el hechizo ha hecho efecto.
Si un voyeur tuviera que escoger entre la inmensa lista de superpoderes de Marvel y DC, el de la Mujer invisible de Los cuatro fantásticos sería sin duda el elegido. Ese superpoder les permitiría "campear" a sus anchas y disfrutar de las vistas sin el temor a ser descubierto.
Una vez confirmado su nueva "condición", el protagonista no pierde el tiempo y regresa a Villa Coco Mar para tener un encuentro furtivo con una morenaza de aquí te espero.
El prota no pierde el tiempo y no tiene fantasías de moralidad
El tejado ha cambiado con respecto a cuando se filmó
Imagen de Google Maps y las coordenadas
En la siguiente escena observamos un monólogo del protagonista que hace balance de la situación. Ha confirmado que es invisible y también ha sacado provecho ya de esa característica sobrenatural tan única como inesperada.
Un hombre que no se cree la suerte que ha tenido...
El hechicero reaparece y las noticias no son buenas
Por supuesto, todas las buenas cosas tienen un lado negativo, y aunque en su día El hechicero le comentó que una vez decidiera ser invisible, ya no habría vuelta atrás. Sin embargo, eso no parece ser tan irrevocable y El hechicero le advierte que "alguna vez" pueden verle, sobre todo porque sabe de las obsesiones que padece y por el modo en el que está haciendo un uso vil de su superpoder.
Patada y a seguir
El protagonista decide ignorarle y se marcha en busca de más encuentros de parejas, a los que va decidido a participar hasta las últimas consecuencias. No encuentra nada, y al día siguiente, una jornada nublada quizás de las que anuncian tormenta... regresa al jardín de Villa Coco Mar, que es un lugar bastante fecundo en ese aspecto. En otras palabras, puede decirse que va a tiro hecho.
Villa Coco Mar no decepciona y allí se encuentra a El villano con una morena del montón, (para qué nos vamos a engañar), y a Alicia con el marido de Alexandra, que busca compañías femeninas nuevas constantemente, en una especie de compulsión lúdica desenfrenada.
A mal tiempo, buena cara
"Me dejarás dormir al amanecer, entre tus piernas..."
Se va al cielo por el buen tiempo y al infierno por la compañía...
El protagonista entra en escena y se ha vuelto descuidado...
En este punto del filme, el observador ya ha calado a El protagonista y además, sus aires de grandeza no generan apego, así que ya no se experimenta empatía ni comprensión. Alguien dijo una vez que el humor negro es el resultado de tragedia más transcurso del tiempo, y con el paso de los años incluso él verá que este fatal desenlace tenía un punto de cómico que en el momento en el que ocurrió apenas se vislumbraba.
Pillado in fraganti...
Alicia y la otra no entienden nada...
No se le explica al espectador el motivo por el cual El villano llega a descubrir al El protagonista, pero parece estar relacionado con el momento exacto del orgasmo. Por otro lado, las chicas parecen muy sorprendidas, y no se sabe si es por la repentina aparición de un tercer hombre en la orgía, o si solo el género masculino es capaz de ver a El protagonista toda vez que ha perdido su poder de invisibilidad... lo cual se materializa en que las muchachas vean a dos hombres ahogando a la nada y pronunciando la ya redundante interrogación retórica "¿qué buscas aquí?"
En pleno momento de asfixia y con un socorrido fundido a blanco, el protagonista regresa al momento original en el que El hechicero le saluda en la playa y le va a ofrecer la panacea.
Cuidado con los sueños porque a veces es mejor que no se cumplan
Todo ha sido una completa alucinación, un recurso onírico que Max Bellocchio ya utilizó en la brillante Caribbean Vacation y en la cruda Ocean Dream. Este encuentro poco amistoso pone el punto final y el broche de oro a este filme en el que la parafilia del voyeurismo es el elemento central y en el que todos los actores dan lo mejor de si mismos a la hora de interpretar a personajes con gran profundidad y todo tipo de problemas emocionales. Una película que transcurre sobre todo en el espacio de lo mental pero rodada de forma extraordinaria por Max Bellocchio y que como en "El sueño" de Tolstoi, se exploran los límites entre los sueños y la realidad.
Piernas para qué os quiero
FIN
VALORACIÓN: 7/10
Ficha:
Private Tropical 13 "A hidden pleasure"
Título en castellano: “Placer oculto"
Año: 2004
Género cinematográfico del argumento: suspense
Destino paradisíaco: El Choco, República Dominicana
Actores estelares: George Bull, Alessia Pompei, Cindy Lords, Kevin Thong, Cristina Fella, Francesco El Manco
Dónde la puedo encontrar: Private o en una sencilla búsqueda en Google
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