Crítica de cine: Private Tropical 19 "Deadly Love in Paradise" (2005) (Sunny Day, Laura Prion, Jane Cruising, Belicia Steer)


Una brevísima panorámica de un enclave sutilmente colonial nos sitúa directamente en el destino paradisíaco. En cuestión de segundos, nos sumergiremos en una discusión matrimonial repleta de caras largas y desplantes. Hay muchas heridas abiertas en la pareja que vemos en pantalla, y su tormentosa relación será el hilo conductor de todo el filme.
Private Tropical 19 Deadly love in paradise trailer (VOSE)

Versión argumental de Deadly Love in Paradise (VOSE)

Casas con tufillo a cacique algodonero

Las casas en las que se sitúa el enfrentamiento están cerca d el resort Pierre & Vacances Village Club Sainte-Anne, situadas en la zona sureste de la isla de Guadalupe.

En las siguientes coordenadas de Google Maps

Su web en la actualidad

Tras este comienzo en el que nos hemos ubicado desde el punto de vista geográfico, vamos a conocer a Jack y a Deb, que están realmente cabreados por algún asunto que por el momento no nos ha sido desvelado.

Más secos que en una reunión de propietarios

Vista cenital de la piscina hexagonal de la casa concreta, de Bing, en las siguientes coordenadas de Google Maps

Al parecer llevan cinco años casados y Deb le ha pedido el divorcio de forma imperativa y sin opción a la negociación. Lo que peor lleva Jack es que ella ahora ni siquiera le sigue el hilo de la conversación, mostrándose fría y distante.

Sus futuros hijos hubieran sido muy rubios

Tras dar por finalizado el monólogo, Jack se despide y se marcha a la oficina. Entonces Deb coge el teléfono móvil e intenta contactar con alguien que no trasciende al espectador, de forma infructuosa. En la siguiente escena contemplamos un momento amoroso entre unos desconocidos y no es extraño comenzar a atar algunos cabos. No desvelaremos nada más sobre esa escena intermedia por el momento. Deadly love in paradise comienza con mucha intensidad y músculo argumental. 

"A ver si me cogen el teléfono los del SEPE"

Tras la escena citada en el párrafo previo, cambiamos de plano y aparece un guía turístico llevando a dos jóvenes a través de las profundidades de la jungla. Conduce un mítico Land Rover Defender con el clásico diseño de los ochenta.

¡Mira al pajarito!

El Defender abre las aguas del Mar Rojo

Michel, el guía de turismo, las quiere llevar a un desconocido rincón de la isla para ver si puede dar rienda suelta a sus encantos. Tiene escuela, oficio y una buena herramienta, así que seguro que consigue su propósito.

Indiana co-jones

Cuando están visitando un puente colgante hecho con tablones de madera, Michel recibe una llamada y tiene que pausar su estrategia relámpago para atender los negocios. Se trata de Jack, que le llama desde una terraza sobre las arenas blancas de la Playa de Sainte Anne, mientras se toma una cerveza pilsen.

Jack, el cortarollos

Entre profesionales anda el juego

Michel, lejos de ofuscarse, centra su atención en la conversación con Jack y le asegura que esa misma noche van a quedar con la persona indicada para el encargo que le está haciendo. Se citan en el Carib Bar, uno de los antros con más solera de las Antillas francesas.

¿Por dónde ibamos?

El trio explorador prosigue de trekking por la jungla caribeña hasta toparse con la deslumbrante cascada Le saut du bras du fort, que les aguarda con bajo caudal, en total soledad.

Imagen de la cascada Le saut du bras du fort, en la película

Imagen actual y su situación en google maps

Necesitamos descansar... ¡quítate la camisa de lino, Nathan Drake!

Hechizadas por el meloso sonido de la cascada, las dos turistas se acercan a Michel y le piden un poco de colaboración para hacer que sus vacaciones en el Caribe sean todavía más memorables. El experimentado guía de viajes ha sabido escoger la ruta perfecta para conseguir su preciado trofeo y va a disfrutar un poco de los placeres mundanos antes de la misteriosa reunión de esta noche en el Carib Bar.

Cae la noche sobre Lauricisque

Logo del Carib Bar

Patrocinado por whisky JB

Tras una entrada a ritmo de techno en el Carib Bar, que parece tener poca clientela aquella noche, Jack decide utilizar  a Michel como traductor simultáneo, ya que el sicario Valentine apenas habla inglés. Jack le exige un trabajo profesional y rápido, el viernes a más tardar. La poca afluencia del local ya nos demuestra que, si escoges una noche de entre semana, es un lugar seguro para tener reuniones en las que se negocia la pena de muerte.

Michel: guía turístico, intérprete y networker

El sicario tiene más cortesanas que un narco

"La mitad ahora, y el resto a la entrega"

El Carib Bar echa la persiana pronto aquella noche y Michel y Valentine lo celebran sobre los abominables sofás de piel de cebra. A pesar del cierre prematuro, la música sigue sonando para no despertar a los vecinos cotillas.

Al día siguiente nos reencontramos con Deb, que está recriminándole a su amante bandido que no le descolgó el teléfono hace un par de días. El muy majadero le responde rápido a la pregunta sobre el dónde: "estaba en la playa", pero omite la información relativa al quién.

Te llamé pero no me lo cogías... ¿con quién estabas?!?

Nos vamos a París, como Lionel

Aunque las dudas le corroen, Deb sabe que está inmersa en una huida hacia adelante y deja a un lado su más que factible cornamenta, para enseñarle unas tarjetas de embarque hacia la ciudad del amor. Ya tendrá tiempo de vigilar a su nuevo bigardo bajo la sombra de la torre Eiffel. La transición a la siguiente escena recoge otro de esos picados en barrena que realizan los pájaros para coger desprevenidas a sus escamosas víctimas. Max Bellocchio filma estas escenas naturales en muchísimas películas. Es  un lacre; un sello que remarca su autoría y del que se deduce su pasión por la ornitología.

Bellocchio y los pájaros.

Jack, mientras la isla sigue viviendo, sigue deambulando por Sainte Anne, con la mirada perdida y decide hacer una llamada para liberar la tensión que le tiene comida la moral. Sin embargo, es preciso fijarse ahora en un detalle.

Se acerca un motorista amenazante

Jack vuelve la cabeza hacia la moto, no sin cierto temor

Jack está haciendo tratos con un sicario y sabe que la gente de esa calaña trae problemas más pronto que tarde. Así cuando, caminando por el mercado de souvenirs de Sainte Anne, escucha el acelerón de una moto a su espalda, recuerda las aventuras del Popeye, el Pájaro y El Osito, que llenaban de plomo a todos los jueces y fiscales que perseguían al Cartel de Medellín por las calles de una Colombia envenenada por la cocaína.


Durante la llamada, Jack le confiesa a Michel que está muy nervioso y le pide algo de acción con alguna muchacha para relajarse. Michel, que además de networker es un conseguidor, hará lo posible.

Luego enlaza con un zoom que nos retrotrae a la escena de las máscaras en Eyes wide shut, en la que una desconocida muchacha le salva el pellejo al protagonista, pero esta vez con un mensaje menos amigable, ya que en el flashback que experimenta Jack, Deb le pide el divorcio.

Quiero el divorcio

Pensativo y sudoroso

Instintivos y sudorosos

Aquí recibe el espectador la dosis de moralidad que espera cuando empieza a visionar Deadly love in paradise. Desde el primer momento, busca culpables, y a estas alturas de la película todos los son, en mayor o menor medida. Unos por llevar una doble vida amorosa, otro por vengativo, además del sicario que mata por dinero y Michel, que se aprovecha de todos en la medida de lo posible.

Y hablando del rey de Roma, Michel se lleva a otra clienta a hacer un viaje en avioneta. La fiable Cessna es la mejor forma de sobrevolar las islas del Caribe y su espacioso compartimento de pasajeros permite disfrutar del trayecto.

Cessna para dos

La imagen que nos llevó a descubrir el emplazamiento

Vista de la Marina Saint Francois en Google maps

Muy pronto el viaje termina, y no sabremos si el secreto será o no la burundanga, pero Michel y su cliente aterrizan en el aeródromo de la Beauséjour (La desiderade) y se van rápido a la orilla del mar para conseguir una buena experiencia turística.

Precioso lugar

Y, además Michel, después de la dura jornada de trabajo, debe cumplir con su amigo Jack y le organiza una quedada con chicas , entre ellas la turista exploradora que se llevó a la cascada Le saut du bras du fort. La otra es la joven que estaba con el amante de Deb en la playa, el día que este no descolgó el teléfono a pesar de las insistentes llamadas. Se cierra pues, el círculo, en una villa situada en Anser Tarare, con un enorme jardín y una preciosa piscina.

Esta piscina la he llenado con mis lágrimas, bonita

La villa se sitúa en las siguientes coordenadas de Google Maps

Mejor calidad de imagen cenital en Bing Maps

La película se ha ido enredando en su propio ovillo, sin definirse en ningún momento, y su plot, que a priori tenía energía y prometía mucho, se ha quedado en algo descafeinado y sin cimientos. Solo un gran final podría enmendarlo, pero el global de la película la deja en una de las más flojas de la saga tropical, por el momento.

La apoteosis llega en una escena tranquila de jardín que, ciertamente, es el último desayuno. Deb vierte un poderoso veneno en el café que le ha preparado a Jack y todos sabemos ya cómo continuará la película…

¿Quieres azúcar o prefieres polonio 210?

El último capuccino

Entonces, tras alegar de nuevo que se marcha a la oficina, Jack telefonea a Valentine para que proceda con la ejecución del encargo. Valentine está muy nervioso para ser un auténtico profesional; tanto que esta vez incluso acata las ordenes en idioma anglosajón, pero pronto desenfunda el revolver para cumplir su parte del trato.

Luz verde 

Pasadísimo

¡A por ella, oe!

Va vestido de camuflaje, con una camisa muy discreta

Hay que reconocer que, a pesar de los nervios iniciales, Valentine se acerca con seguridad y desparpajo, y dispara por la espalda, a la cabeza y sin dudarlo ni un segundo. Los que de verdad saben de armas aseguran que un disparo apenas genera sangrado, ni siquiera cuando el cuerpo cae al suelo.

Balazo sin sangre

Cadáver sin sangre

Aunque los avezados ya nos imaginábamos el envenenamiento de Jack, todavía un pequeño giro de guion, a la altura de Juegos salvajes, va a convertir el jardín en un tributo al desenlace de Reservoir Dogs. Al final, la prepotencia vuelve a jugarle una mala pasada a uno de los protagonistas.

Café incluido en el menú. Muy profesional pero dejando su ADN

Muerte sobre el Opel Tigra
Esta escena está filmada desde este punto. Ahí estuvo el Opel Tigra rojo aparcado. Coordenadas de Google Maps

La cafeína puede matar en altas concentraciones...

Una historia que podría haber dado mucho más de sí, con algo de voluntad para construir un guion más sólido, pero que se ha quedado en un intento fallido.

FIN

VALORACIÓN: 2/10

Ficha:

Private Tropical 19 "Deadly Love in Paradise"
Título en castellano: “Romance letal en el paraíso” 
Año: 2005
Género cinematográfico del argumento: thriller de acción
Destino paradisíaco: Guadalupe
Actores estelares: Nikky Cider, Kristyna Cee, Veronica de Arousa, Samantha Rubia, Jane Cruising, Belicia Steer, Laura Prion, Sebastian Zarrio, Horst Sharon, Phil Holyshit, Philippe Bean
Dónde la puedo encontrar: Private o en una sencilla búsqueda en Google

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