Crítica de cine: Private Tropical 14 "Sunset Memories" (2004) (Cristina Fella, Cindy Hords, Alessia Pompei)


Los créditos iniciales, en blanco y negro y con una banda sonora que invita al pesimismo, nos anuncian que vamos a presenciar una pieza trágica y con un mal final. Lo que mal empieza, mal acaba, como dice el refrán popular. El primer plano nos lleva hasta el mismísimo Caribe, a una playa del norte de República Dominica, en donde un solitario joven llamado Steve medita acerca de su actual situación.

Trailer de Private Tropical 14 Sunset Memories (VOSE)

Versión argumental de la película Sunset Memories (VOSE) en Youtube

Todo comenzó cuando tuvo problemas de alcoba con su mujer. Las relaciones amorosas se tornan complicadas cuando un elemento como la vida sexual falla y los encuentros en la cama pasan a  valorarse de manera sobredimensionada debido al sesgo de escasez. Si la esposa es menesterosa de estos momentos de intimidad, el riesgo de ruptura se torna real y las discusiones se suceden día tras día. El sexo es vida, y es el combustible de una pareja joven y sana, y son los cimientos de toda relación

Teatralizando los pensamientos de un ser atormentado

El hombre sufría una pertinaz impotencia y no podía cumplir con su mujer, lo cual le lleva a sumirse en la desesperación y en la tristeza. Ella seguía siendo comprensiva, tratando de que el problema sexual de su marido no derivara en una obsesión. Más, sin embargo, restarle importancia no le ayudaba ni lo más mínimo, porque la situación ya duraba más de medio año. 

Ni rastro de aquel sexo expedito del inicio del himeneo...

"... el tiempo de los besos y el sudor, es la hora de dormir..."

Una noche, en una cena informal en el hogar de unos amigos íntimos, trataron el tema de la impotencia, y, para sorpresa de Steve, sus amigos les confesaron que también pasaron por aquella etapa y que un reputado urólogo, el Dr. Dämmern, les recetó una estadía en una comunidad enclavada en la región de Cabarete - Sosua. Allí, todos los hospedados practicaban el poliamor y esa técnica les devolvió el fuego en la cama. Por ese motivo, recomiendan a sus amigos recibir el mismo tratamiento "caribeño": una terapia de choque de eficacia probada.

Consejero bien dotado

Cara de interés incipiente

En estas cenas salen a colación temas de lo más insospechado

Las peores vacaciones de su vida

Cuando el "grajo" vuela bajo, al Caribe de un plumazo

Steve, prima facie, no estaba nada convencido con el tratamiento y hasta el momento de ir al aeropuerto,  confió en que su mujer se olvidará de aquel asunto de "turismo sanitario" en el Caribe. Sin embargo, nada le hizo cambiar de opinión: la jefa manda; y se embarcaron en un viaje a ninguna parte, aunque con un destino físico: Haciendas El Choco. El primer encuentro tuvo lugar en una vivienda de inspiración tribal, decorada con toques indígenas y un enorme jardín. 

El primer encuentro promete...

Fotografía de la villa en la que se rueda esta escena

La misma villa en la web Ocean Side Realty

Plano del balcón en una escena "de relleno"

Plano lateral de la casa en la escena "de relleno"

Misma villa en web Dominica Estate

El pirata garrapata hace balance de la situación, aunque sin pitillo en la mano

Miradas de complicidad. ¿Impotencia superada?

Habrá que concertar más reuniones...

Esa misma noche, la pareja recupera energías en el diván. Destaca aquí el uso de la iluminación que realiza Max Bellocchio, con mucha plasticidad y juego de luces y sombras. Otros grandes cineastas como Stanley Kubrick o Ridley Scott han hecho un magnífico uso de la luz en sus superproducciones, aunque con muchísimos más medios económicos, por supuesto...

Luces y sombras...

Vamos a hacer una pausa para recapitular, porque tras la escena de relleno estamos algo confusos. Solo hay dos opciones, o el tratamiento tropical es milagroso o la enfermedad de Steve era un mero bloqueo mental. Steve está, aparentemente, curado por completo. Resuelto el problema, nada impide ya a la pareja regresar a Europa, pero ahora surge una disensión. Su esposa no parece dispuesta a volver tan pronto al calor del hogar.

En los albores de la civilización, la impotencia era vista como una maldición que solo podía provenir de los dioses, y los remedios in illo tempore, eran de lo más variopintos. Los comienzos de la andrología se remontan al Antiguo Egipto y en la ribera del Nilo, la sustancia natural utilizada frente a esa dolencia era la miel. Seguro que el guionista de Memorias del ocaso decidió por este motivo que Steve se refiriera a su mujer con el cariñoso sobrenombre de «Honey» (así sucede en la VO) Más adelante, se evolucionó hacia tratamientos con afrodisiacos, entre los que se hace necesario destacar el cuerno de rinoceronte molido, que favorecía unas erecciones más rígidas. La impotencia era un tema serio y la Iglesia Católica concedía la nulidad matrimonial por esta razón, al ser un error motivo que había viciado el consentimiento pues la capacidad para procrear es una cualidad personal esencial. Lucrecia Borgia solicitó la anulación de sus nupcias con el noble Giovanni Sforza por la impotencia que este sufría, precisamente. Ya en la Edad Moderna, lo que se prescribía era una larga temporada de abstención sexual. Pero todas aquellas soluciones antediluvianas se perdieron en el tiempo. Hoy, la solución pasa por un certero diagnóstico acerca de qué problemas fisiológicos o psicológicos la provocan, aunque según el guionista, se solventa con un viaje al corazón del Caribe.

Después de esta breve digresión, continuamos con el análisis de la trama, y descubrimos que la siguiente escena se aleja de la historia principal, y tan solo nos muestra un encuentro poligámico pero, esta vez, en la piscina de la Villa Coco Mar, en primera línea de playa. Es una forma muy visual de exhibir la amplia y desviada raigambre que profesa este turbio cenáculo libidinoso afincado de modo perenne en la famosa isla de habla hispana.

Esta imagen "corrupta" podría tratarse de una escultura de arte conceptual expuesta en el Tate Modern de Londres...

Piscina en la actualidad, sin ánforas y renovada. En la web Dominican Expert

Historia de Instagram 19-5-2023

En un fundido a negro, regresamos a las Haciendas El Choco, y ahora presenciaremos el encuentro más numeroso y multitudinario, también al lado de un lujoso estanque de caprichosas formas. Siempre se ha dicho que los experimentos con gaseosa, o en Placa de Petri, pero aquí Steve y su mujer están poniendo en juego su relación sin haber realizado una profunda reflexión acerca del ominoso tratamiento prescrito por el urólogo de ascendencia teutona. La villa, con sus balcones hexagonales en tono Burdeos y sus arquerías, es inconfundible, y su enorme jardín destaca por su variedad botánica. El tipo de la camisa roja manda a su mujer al parking y se zambulle en un saturnal de depravación y voyeurismo. Son todos muy prolíficos y dadivosos, siempre dispuestos a complacer a sus huéspedes.

Escena "de relleno" cumbre del filme de Bellocchio

Villa 43 de Haciendas el Choco

Coordenadas de esta magnífica mansión en Google Maps

Imagen de la web Ocean Side Realty

Plano de las Haciendas El Choco con las referencias catastrales. Esta es la número 43

Complicidad...

Y hastío

Naufragamos, una vez más, en los remordimientos. Después del ajetreo de la tarde, la pareja se hallaba disfrutando, en aparente calma, de una película. Ya era palpable una separación, cada vez más intensa, porque cada uno ocupaba uno de los sillones del living. El contacto físico había pasado a un segundo plano. Steve le pregunta si está disfrutando de la experiencia en el Caribe, lejos de su casa en Europa, y ella responde que sí, y añade que ahora le toca a él irse con una mujer en solitario.

Para Steve esto fue un momento desgarrador, porque su casamentera, quizás poniéndolo a prueba, o quizás buscando el final prematuro de su enlace matrimonial, le instaba a tener sexo con otra muchacha. Steve solo había estado con ella hasta ese momento. En otras palabras, esta iba a ser la primera vez con otra fémina, en este caso, la esposa de Peter. Era ir un paso más allá en el tratamiento.

¡Contento me tienes!

Los flashbacks cesan momentáneamente para regresar al presente, en donde Steve prosigue con su retrospectiva en completa soledad, sentado sobre un tronco. Acierta al decir que "no fue consciente de que estaba perdiendo a su mujer" conforme iba conociendo a más y más bigardos. Semejante caterva de sátiros aquejados de priapismo no iban a reparar aquel desposorio caduco. Aquella taxonomía de varones sin cualidades de consejeros matrimoniales es lo más similar a lanzar gasolina a la fogata, cuando lo que queremos es apagar la lumbre.

Tiempos de penumbra

Aquel día marcó un antes y un después, y ya nunca volvieron a copular juntos, aunque seguían disfrutando del buen vino blanco y de su mutua compañía, en mera calidad de amigos. En esta escena en concreto, intercambian información como unos compañeros de un curso de formación de dos semanas: ¿Qué tal fue la mariscada? ¿te gusta el ambiente playero del Caribe? etc. Las respuestas… con monosílabos.

El ocaso de la relación...

En aquel instante, instante incómodo como la breve compañía de un desconocido en un ascensor de hotel, telefoneó Ron para invitarle a su casa, la Hacienda del Rey, una vez más ubicada en las Haciendas El Choco. Steve le propuso a su mujer acompañarle a casa de Peter, pero se negó a ello. De ese modo, Steve se marchó solo a la jornada siguiente para pasar un rato agradable con Ron y su rubia consorte, en la piscina de la villa. Parecía como si ella prefiriera estar sola, a acompañar a su marido. Una broma macabra para Steve...

El Tinder telefónico de comienzos de siglo

Este plano parece un anuncio de inyecciones de ácido hialurónico emitido en canal autonómico

Piscina de la Hacienda del Rey, en Haciendas el Choco

Hacienda del Rey: referencia catastral 18 de las Haciendas El Choco

Site de la Villa en la web Olimare

Imagen de la mansión en Coral Bay Real Estate

Imagen de Google Maps de la Hacienda del Rey

En realidad, ella estaba alternando ya con un joven que también estaba alojado en aquel pernicioso resort en el que todos practican una barraganería patológica. Debido a ello, las presiones, la insistencia y la cerrazón en que su marido acudiera a todas las "sesiones de terapia" tenían una razón de ser. Ella quería tiempo “libre de marido” para poder festejar en libertad con aquel muchacho que ya le había robado el corazón en tierras dominicanas.

"Te voy a dar salami aquí en la arena..."

La mañana previa al vuelo de regreso, Steve se despertó sobresaltado y su mujer ya no estaba en la cama. Se acercó a la ventana de su suite del hotel y la observó huir con aquel joven en un Mitsubishi Carisma de color metallic dark grey (hatchback 5 puertas del diseño de 1995). Su esposa, fascinada desde el primer momento con aquel viaje recomendado por sus amigos, forzó a Steve a adquirir los pasajes y ahora le abandonaba al otro lado del charco, de una forma cruel y con total falta de escrúpulos.

Huidizos...

Con premeditación...

 …y alevosía

Las paredes tienen ojos

Huyendo en un Mitsubishi Carisma de color metallic dark green de finales del siglo XX

Punzada en el corazón

El realizador del filme se recrea aquí en el dolor de un Steve afligido, con primeros planos en los que se puede palpar como se quiebra su alma. Un dolor tan grande que Max prefiere expresar con las imágenes y sin demasiada verbalización.

El pensador continúa en la playa, esperando a convertirse en una estatua de sal y de coral

“Largo y escabroso es el camino que del infierno conduce a la luz.” Milton... recita William Sommerset, en Seven

Da igual a dónde vaya y por cuánto tiempo, Steve “siempre va a estar en casa esperándola...”. Aunque, llegados a este punto de no retorno, conviene decir que si Steve cumple con esa promesa extemporánea, el género femenino se va a perder a un verraco bien dotado que ahora vuelve a funcionar a pleno rendimiento. El soltero del oro vuelve al mercado y tiene mucho amor para regalar.

FIN

VALORACIÓN: 1/10

Ficha:

Private Tropical 14 "Sunset Memories"
Título en castellano: “Memorias del ocaso"
Año: 2004
Género cinematográfico del argumento: drama
Destino paradisíaco: Sosúa, República Dominicana 
Actores estelares: Cristina Fella, Philippe Bean, Claudia Lamborghini, Phil Holyshit, Kevin Thong, Cindy Hords, Francesco El Manco, Donna Merry, Jessica Fay, George Bull, Alessia Pompei
Dónde la puedo encontrar: Private o en una sencilla búsqueda en Google

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