Crítica de cine: Private Tropical 9 "Coral Honeymoon" (2004) (Bibi Sox, Rita Very, Donna Merry)


Max Bellochio decide arrancar esta nueva edición de Private Tropical ya en el paraíso, dejando para otra ocasión los antipasti en Europa. La cámara fluye desde los primeros compases por la isla de Martinica, en concreto por la Ilet Thierry, y pronto se centra en un pontón que lleva a un antiguo hotel.
Private Tropical 9 Coral Honeymoon trailer (VOSE)

Versión argumental de Luna de miel en el hotel Coral (VOSE)

El pontón de la perdición

Foto de Travelstyle (2016)

El guionista se toma aquí una licencia de gran calado ya que en aquel pequeño islote, pegado a Martinica, el único hotel es el Ilet Thierry Habitation, que no es en absoluto el hotel en donde vivirán sus divertidas aventuras nuestros protagonistas. 

El hotel real de la película es el Habitation Lagrange, un pintoresco lugar situado en la zona de Marigot, en la isla principal de Martinica, llamado Hotel Coral en este largometraje. En este blog explican un poco su historia.

Estilo arquitectónico martinique

Foto de Getty images. Más fotos aquí.


En el siguiente plano ya entramos de lleno en el hotel, entre sus decoradas salas, con murales tropicales y decoración típica colonial; y aparece nuestro querido Francesco Malcom, que aparentemente es un buen empleado del hotel, conversando con el gerente.

Recuerda que vienen de luna de miel...

El empleado le comenta al gerente que la suite está ya lista y el jefe le recuerda que esos clientes vienen de luna de miel y que tiene que estar todo perfecto. Le insta a irse ya hacia el pontón para recoger a los recién llegados y no hacerlos esperar ni un minuto.

El gerente recibiendo a los recién anillados

El Coral hotel, situado en el corazón de Martinica, destaca por su tranquilidad, cuidados jardines y servicio reverencial. Incluso es el gerente el que informa a los clientes de que la comida es a las 12:00 del mediodía y la cena a las 20 horas, con el caer de la tarde.

Logotipo del Hotel Coral

En cuanto el encargado se marcha, la mujer le pide al marido que suban a la habitación a fornicar. Pero el esposo le dice que el viaje ha sido muy largo y que prefiere que ella se dé una ducha mientras el se da un pequeño paseo por la isla. No sabemos de donde vienen pero el acento británico de la muchacha nos da a entender que han cruzado el charco. No es un periplo pequeño, y entendemos al marido.

Estoy cansado incluso para acostarme...

Casualmente, en los mismos jardines, un cliente lee el periódico con aire despreocupado y le pide un "extra" a una de las empleadas, que viste con un curioso estilo criollo. Impresionante antítesis: unos tan cansados y otros tan lujuriosos.

"Estaba leyendo aquí que se echan pocos polvos en esta isla"

El exhausto marido, de nombre Richard, no se va a alejar mucho en el paseo, al doblar la esquina descubre a los amantes que disfrutan encima de una hamaca, y para mirar no parece estar tan agotado. Mientras tanto, su mujer se ha dejado llevar en la ducha, con un poco de despecho sobrevolando por su mente.

Te he estado esperando "eones"

La flamante nueva esposa de Richard espera en el balcón de la suite hasta que este regresa. Le suelta un sermón de que ha estado esperándole un montón de tiempo, pero él le miente y le dice que el paseo se ha alargado porque había muchas cosas para ver y que la isla le va a encantar. Ella aprovecha la réplica para decirle que está limpita después de la ducha, lista para hacer el amor.

No es buen momento. 

Pero para Richard, a pesar de que viene a punto de caramelo por haber observado a la pareja del jardín, tampoco parece ser buen momento. Tiene hambre y quiere acicalarse para ir a cenar al restaurante del Habitation Lagrange.

El monotema llega a la cena

Foto del restaurante en Shutterstock

La mujer se termina su filete y le recuerda a su marido que tiene una deuda pendiente. Que termine su bacalao y que suban a hacer el amor. Quizás la muchacha lo probó por primera vez en la noche de bodas y tiene muchísimas ganas de repetir, para aprovechar bien el tiempo tras años de celibato. Pero Richard le rebate con una excusa de alucinar: ahora, después de ducharse y ponerse camisa para la cena, con el estómago lleno, y por supuesto con el supuesto cansancio acumulado del viaje, es su momento del día para irse a hacer "jogging". ¡Menuda tomadura de pelo! Nos empezamos a hacer preguntas, como espectadores, de sí Richard tiene algún problema de disfunción eréctil.

Los que no pierden el tiempo son los compañeros de trabajo del hotel, ya sea con clientes o entre ellos. Ahora es Francesco el que aprovecha la oscuridad para dar placer a su colega.

Me gustan tus legs...

Foto de una habitación similar en Alamy stock

Al día siguiente, la esposa despechada recibe una llamada de su padre, al que miente descaradamente, alegando que están en el barco pescando y que Richard es un hombre nuevo, que está todo el rato pendiente de ella. Esta forma de desinformar al padre nos da a entender que le tiene mucho respeto, quizás porque sea un hombre poderoso.

Aquí estoy, pescando gambas porque mi marido no me da mambo.

La realidad es otra bien distinta y es que Richy está en una ladera de Ilet Thierry, con una rubia cañón. Al parecer no es impotente ni nada parecido porque se le ve bien dotado y da buena cuenta de la muchacha.

Mirar es demasiado aburrido, mejor pasar a la acción

Al regresar al hotel, ya de noche, se da una ducha para librarse del aroma de hembra ajena, y al salir del baño su mujer le espera con lencería fina, sugerente, protegida del ataque de los insectos por la mosquitera.

"Me encuentro fatal"

"Un intenso dolor de cabeza, ataques sónicos"

Este tipo de habitación está en realidad en un islote cercano, así que el Coral Hotel tiene varios edificios distribuidos por Martinica


Lejos de pensar que nuestro Richard sufre de paludismo, lo que parece evidente es que para él nunca es buen momento para hacer el amor con su mujer. Tampoco entendemos por qué se ha casado con ella, si el deseo es tan escaso. A la mañana siguiente, recuperado milagrosamente de su "dolor de cabeza", Richard se va de excursión con dos chicas, ambas empleadas, que ya estuvieron con el empleado (Francesco Malcom) y con el cliente, respectivamente. Al menos ya comprobamos que lo de su indisposición de la noche anterior no era cosa seria.

Las muchachas dispuestas abundan en el Hotel Coral

El cabreo, en una imagen

¿Es posible que haya hecho alguien una luna de miel en soltería? Pues seguro porque en este mundo ocurre casi de todo. Aquí Max Bellochio ha retratado de forma dramática una de estas embarazosas situaciones.

"He estado de pajareo, pero para buscar sitios románticos"

Este Richard no se corta nada y cuando su esposa empieza a atizarle porque lleva más de dos horas en la playa, más aburrida que una ostra, él le responde que ha estado buscando bonitos parajes a los que ir con ella más tarde. Ella no se contiene más y le dice que ya le podría haber llevado ahora, pero Richy se las sabe todas y le recuerda que estaba durmiendo cuando se fue. Le promete que la próxima vez irán juntos, pero quizás no haya próxima vez…
Es claramente una aplicación de la maquiavélica técnica del breadcrumbing.

La conspiración

El empleado (Francesco Malcom) tiene ojo clínico para detectar las crisis de pareja y ha comprendido que la relación entre Richy y su mujer no es fuerte, a pesar del reciente enlace. Ahora ha buscado a dos compinches para terminar de romper la relación. Tienen un trato y ambos dos colaboradores recibirán su mordida por ello. El pacto terminan de cerrarlo allí mismo sobre el barco.

De vuelta en el resort Coral, la contrayente está al teléfono con su padre y vuelve a insistir en que su marido Richard está con ella 24/7 y que le está esperando para ir a otra excursión.

Las mentiras son más fáciles por teléfono

Los setos tienen oídos

El empleado (Francesco Malcom) escucha toda la conversación. Disimula bien y se hace el despistado pero en realidad es más inteligente que el gerente. Se acerca en cuanto ella corta la comunicación y le pone las cartas encima de la mesa.

Venga conmigo que le quiero enseñar algo...

Pillada in fraganti.

Para echar aún más leña al fuego, Richard está diciéndole a la morena, que es la de la conspiración del barco, que solo está con su mujer por el dinero... La humillación es total. Recién casada, en el trópico, y en una situación dramática.

La oscuridad se cierne sobre mí

La pobre muchacha acaba de ver con sus propios ojos lo que ya sospechaba ante las continuas evasivas de su marido. Ahora quiere salir de la isla, necesita regresar a casa lo antes posible.

¿Cómo puedo vengarme? Ilumíname Francesco

El empleado le dice que esto no puede terminar así, con ella huyendo cuando no ha tenido ninguna culpa. Ahora tiene que pagarle con su misma moneda, fornicando con dos extraños. En un primer momento, ella no contempla ese escenario tan perverso, pero después se retracta y acepta que Francesco le organice una quedada en el pontón de la isla, con dos muchachos.

¿Y ahora, de repente, sí?

Quizás movido por un sexto sentido, de repente Richard quiere hacer el amor con su mujer... pero es rechazado sin ninguna misericordia, y con razón. Ella se justifica con que tiene una excursión movidita a primera hora.

La excursión va a ser cálida

En el pontón le esperan dos jóvenes: cliente del hotel y el otro el compinche de la conspiración. El plan está saliendo a la perfección y la verdad es que a la chica no parece dársele nada mal en el gremio de los vengadores.

Ajeno a lo que ha acontecido en el pier del Hotel por la mañana, Richard está en el bar del hotel intentando ligar a una rubia. Siempre anda con la caña preparada, el hombre. Pero en esta ocasión, le vuelven a rechazar. Parece que se le ha terminado la suerte.

Pesca nocturna

Foto de la misma estancia

"Me llaman Colombo, detective Colombo"

Para rematar, aparece Francesco en el solitario bar de estilo british y se hace pasar por un detective privado enviado por su suegro para hacerle fotos cometiendo adulterio. Richy se queda fuera de juego... El detective le ofrece una alternativa y es que le pague tirando de tarjeta de crédito: 100000€ a cambio de las fotos probatorias.

La jugada continúa cuando se reúne con la mujer para decirle que hay un detective privado enviado por su padre en la isla, que no es él ya que para ella es un mero botones del hotel, y que le ha fotografiado fornicando con los dos sátiros.

"Si mi padre se entera no me dejará nada y se lo dará todo a la puta de mi hermana". 

Tranquila, que siempre hay una solución a medida

El empleado le dice que se ha hecho colega del detective y que le pueden comprar con algo de dinero, para que no le comunique lo que ha ocurrido a su padre. Ella solo tiene 60000€ en cash para darle, y se lamenta porque no podrá darle una comisión al bondadoso empleado.

Lo cierto es que es un plan sin fisuras y lo ha venido realizando desde hace un tiempo, ya que muchas son las parejas que cometen adulterio, y que ahora se va a trasladar a otro hotel para no dejar rastro y poder seguir haciendo su verdadero trabajo sin complicaciones.

Francesco extorsiones a parejas SL

FIN

VALORACIÓN: 6/10

Ficha:

Private Tropical 9 "Coral Honeymoon"
Título en castellano: “Luna de miel en el Hotel Coral”
Año: 2004
Género cinematográfico del argumento: romance
Destino paradisíaco: Martinica
Actores estelares: Mick Clue, Jennifer Bark, Philippe Bean, Donna Merry, Rita Very, Bibi Sox, Francesco El Manco, George Bull
Dónde la puedo encontrar: Private o en una sencilla búsqueda en Google

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