Crítica de cine: Private Tropical 27 "Dangerous Rex" (2006) (Diana Bold, Jem Tone, Jamie Crooks)


Una historia de dinosaurios que se precie debe dar comienzo en un aeródromo. Los exploradores son asiduos usuarios de estos polvorientos lugares con hedor a queroseno, sudor, aceite de motores, y un espíritu de adrenalina y aventuras dominándolo todo. Primera parada: el Aeródromo Base ULM de Cambaie cerca de Saint Paul, en la Isla de Reunión.

Trailer de Private Tropical 27 Dangerous Rex (VOSE)

Parte 1 de la versión argumental de la película Dangerous Rex (VOSE)

Parte 2 de la versión argumental de la película Dangerous Rex (VOSE)

Disposición digna de un cuadro de Rubens

En la escena de apertura, un equipo de grabación aguarda paciente en el edificio principal de dicho modesto aeródromo de esta isla colonial francesa. Helen Thompson, una estrella de la televisión generalista, viene de camino para unirse a la expedición que están a punto de emprender. En realidad, Helen viaja completamente engañada, so pretexto de rodar un documental promocional de Madagascar en el cual ella va a ser presentadora y a la vez reclamo del gran público.
Tony Willis (quien comprueba el reloj con una frecuencia cercana al paroxismo) es el reputado paleontólogo al mando de este “safarí” y está aburrido de esperar. Da paseos como un velocirraptor enjaulado, deambulando por la terraza de aquí para allá, hasta que se topa con una rubia de bandera.

¡Qué casualidad que los galanes hacen siempre un alto en el camino al lado de las rubias!

En 2022 ya habían instalado un techo para que no les dé el solazo a los equipos de paleontólogos.

La rubia cañón le saluda con efusividad porque sabe perfectamente de quién se trata. Lo recuerda por producciones cinematográficas como Putassic Park o El mundo cornudo. Halagado, Tony accede a darle su tarjeta de criptozoólogo exitoso, en busca de un futuro encuentro con ella, de nombre Victoria.

El pelo sucio, como los arqueólogos en plena investigación de campo

A falta de bolsillos...

Tras despedirse de la joven, y ya con la sensación de no irse con las manos vacías, ordena al equipo que recoja los bártulos. La espera ha terminado. Llega el momento de irse al hotel y tomarse un buen Dino Sour bien cargado de ron dominicano. 

¡Nos vamos! ¡Qué necesito empinar el codo!

Han invertido la tarde en probar los ultraligeros de Felix ULM de la Reunión y ya están plenamente operativos para futuras pesquisas. Ahora llega el momento de coger fuerzas porque mañana arranca la verdadera aventura.

Demasiados asentamientos humanos como para que perduren especies del Cretácico.

Rojo peligro

Alex, el camarógrafo silencioso, se queda de retén en la base ULM para recibir a Helen Thompson, que nada más llegar se dirige a la playa privada en donde Tony Willis se broncea aprovechando los últimos rayos de sol. Ahora vamos a descubrir un pequeño fallo de raccord que cometió Max Bellocchio y que todos los grandes directores cometen. Para Spielberg, Willie Scott (Kate Capshaw) tan pronto va descalza como calzada en las últimas escenas de Indiana Jones y el templo maldito. Atención a las dos siguientes imágenes, y sus pies de foto.

Helen llega al atardecer...

Sin embargo, en la playa de Tony Willis todavía brilla con fulgor el sol de mediodía...

Tony Willis lleva unos años convencido de que han sobrevivido algunas especies relicta hasta nuestros días, bien taxones lázaro de dinosaurios concretos, o, al menos, un clado escamoso que desciende de un antepasado común, en alguna remota isla de la costa oriental africana. Dinosaurios en pleno cenozoico…

Este pensamiento heterodoxo ha sido su obsesión desde su adolescencia, y nos recuerda a la de otros biólogos encaprichados con ideas semejantes. Por ejemplo, el americano Bret Weinstein de la Universidad de California todavía recopila supuestos avistamientos de vacas marinas de Steller a lo largo de la costa oeste de los Estados Unidos, cuando se la supone extinta desde finales del siglo XVIII. Y también algunos biólogos dicen que pequeños grupos de moas vivieron hasta principios del siglo XIX.

Esa manía ha convertido a Tony en el blanco perfecto para innumerables libelos injuriantes contra su persona, difundidos con toda probabilidad por otros colegas científicos que le consideran más bien un parapsicólogo que debería dedicarse a la seguridad privada, en lugar de a la divulgación. Le acusan de técnicas sofísticas, sin embargo él prefiere definirse como iconoclasta.

Por fin, el Dr.Willis ha conseguido que Helen se implique en una producción televisiva en los alrededores de la isla de Madagascar, pero sin filtrarle el verdadero motivo: la búsqueda del último Tiranosaurio Rex que queda vivo sobre la faz de la Tierra. 

La participación de la figura de la prestigiosa presentadora ha venido acompañada de una potente inversión por parte del canal Geo Channel, capital que se ha materializado en medios de transporte y en cámaras de última tecnología. 

Tony Willis ha utilizado a Helen sí, pero por una buena causa; ya que encontrar dinosaurios vivos sería el mayor descubrimiento del ser humano en lo que llevamos de siglo XXI. Todo un hito en la historia de la paleontología.

Esa primera reunión en bikini sobre las finas arenas blancas nos demuestra que Helen confía en la probidad del Dr. Willis y también que hay algo pendiente entre ellos, aunque todavía no sabemos el qué. Cuando Tony se retira hacia el hotel, Helen trata de contactar con su novio Peter, pero este no contesta a la llamada.

Da mucha rabia cuando te salta el buzón de voz...

Las investigaciones del Dr. Willis le han llevado a la conclusión de que quizás todavía perduren plesiosaurios en los insondables mares que rodean Madagascar, que es la tercera isla más grande del planeta, solo por detrás de Australia y Groenlandia. 

Fundamenta esta deducción en el caso real acontecido con la latimeria, conocido entre el vulgo como celacanto. Este pez había sido considerado extinto hasta que  se capturó un ejemplar en 1938 muy cerca de Madagascar. Ahora al celacanto, a modo de reconocimiento, se le ha bautizado además con la pomposa locución de "fósil viviente". 

Por este motivo, la primera jornada de reconocimiento tiene lugar a bordo de un pecio. Los grandes  evolucionistas defienden en sus tesis que la vida tiene su origen en el mar, así que no es un mal lugar para comenzar la búsqueda de Nessie y sus amigos: los últimos dinosaurios.

No tiene apariencia de ballenero...

El barco de Anaconda (1997) (Jon Voight, J.López) tenía una forma similar; a falta de pintura blanca

¡Bienvenidos a la Ruta Quetzal! (Helen sigue sin saber lo que están buscando)

Helen es la única ignorante del equipo, y desaprobamos desde aquí las tretas del Dr. Willis para embaucar a la presentadora. No se trata de buscar cánidos o mustélidos, están investigando supuestas especies peligrosas y consideramos desatinado que Helen no disponga de toda la información.


Escuadrón en posición

Como vemos, la incansable búsqueda de los grandes réptiles que alguna vez dominaron nuestro planeta se lleva a cabo por tierra, mar y aire. Parafraseando al célebre John Hammond, “no han reparado en gastos” y en este caso es Geo Channel el mecenas, al haber entrado Helen Thompson en la ecuación.

"¡No hemos reparado en gastos!"

La maldición de Hybris puede caer sin remedio sobre Tony Willis. Este mito dice que aquellos que se creen tan libres como para ignorar las leyes que nos gobiernan serán castigados. Los últimos dinosaurios no contactados quizás deban seguir así, aislados por tanto de la civilización y de otras especies animales que quedarían a merced de los grandes depredadores.

Los exploradores más experimentados se adentran entre istmos hacia una aislada bahía...

Cuando la flor y nata del equipo de grabación se encarama en un caique, Mónica y Fiona deciden que es buen momento para relajarse porque el trabajo les ha hecho transpirar en exceso.

Sobaquera de Camacho

Ellas dos no creen en todas esas historias de viejo loco que atormentan a Tony Willis, y por eso deciden sacar el máximo partido a esa ventana de tiempo en la que no están bajo la inquisidora mirada de su jefe. Es una espléndida oportunidad para dejarse llevar con el marinero y divertirse.

¿Queréis ver mi diplodocus?

El Dr. Willis es inasequible al desaliento, y aunque la búsqueda por mar ha sido inane y se enfrenta cada día a un posible anatema por parte de la comunidad científica, la entelequia de un ucrónico mundo cretácico actual le mueve a aplicar el método de autoengaño funcional. Seguirá usando el berbiquí como los que perseveran y buscan siempre todas las respuestas a sus inquietudes más arraigadas.

La siguiente excursión, al día contiguo, es al Croc Park de la isla de Reunión, con el fin de que Helen experimente una paulatina adaptación: en este lugar llevarán a  cabo la primera toma de contacto con grandes reptiles y animales vivos. Allí, Tony Willis realiza un paripé y presenta el lugar. Sonríe picarón a la cámara a sabiendas de que lo mejor está por llegar. 

Se torna necesario añadir, en relación con el Croc Park, que los cocodrilos son una especie que ya habitaba nuestro planeta hace 240 millones de años. Es decir, convivieron con los dinosaurios y se sobrepusieron al gran cataclismo que supuso el meteorito del Golfo de México, que provocó la quinta gran extinción hace ahora 65 millones de años. Principalmente perduraron porque no necesitan grandes cantidades de alimentos.

Un eufórico Dr. Willis agarra por el brazo a Helen; ella reacciona con una mirada de reproche.

El cámara lleva un chaleco digno de Robert Muldoon

Robert Muldoon recargando su escopeta en la isla de Nublar 

El sombrero con colmillos de Helen es digno del Turok Dinosaur Hunter

Croc Park de Reunión

Así estaba en 2009.

Croc Park de la Reunión en 2023 

El único dinosaurio, o familia de, que vamos a presenciar en todo el filme

Esta salida propia de un campamento infantil desespera a Tony Willis. Se aleja del centro de la acción para beber un poco de té de su dieta paleo y, justamente en ese instante de tedio, le telefonea Victoria, que le propone pasear por la playa de Nosy Be para soltar tensiones. 

Al principio el Dr.Willis se hace el interesante fingiendo no recordar a la muchacha, pero luego acepta raudo la proposición indecente, alegando disponer de tiempo libre suficiente para ello.

Paleontólogo de palo, dígame?

"Blonde sexy girl" al habla

Por la noche, Helen, ajena a las distracciones mundanas del Dr. Willis, sigue formándose para el documental de Madagascar en su camarote. Lee atentamente un libro de Delwyn McPhun titulado East Africa Pilot, que puede adquirirse en edición tapa dura a través de la plataforma Amazon (este tipo de compra de merchandising relacionado solo es recomendable a los más acérrimos seguidores de la saga tropical). 

El libro viene en francés y recoge cartas náuticas y puntos de anclaje de la costa este de África, para todo aquel que quiera emular al Dr. Willis buscando ictiosaurios o placodontes a bordo de un yate o catamarán.

Tiene pinta de ser el libro de mesilla del patrón del barco

Interrumpe la lectura una llamada de su novio Peter, que solo le da conversación 30 míseros segundos.

Pero que termina con un tierno besito al final "Muak"

Se deduce fácilmente el hastío que se ha instaurado en la relación. Helen vuela desde Reino Unido a Madagascar y Reunión, y el zíngaro de su novio apenas tiene nada que contarle o preguntarle. Y en la llamada que Helen le hizo antes, él aseguraba haberse había dejado el móvil en la oficina... Muy pocas ganas de conversar.

El espectador no dispone de más información, pero en breve tendrá más noticias al respecto. Por lo pronto, Helen, en la mañana sucesiva, alardea ante Tony de conversaciones telefónicas, supuestos MMS de su amado e incluso una eventual videollamada. En realidad está celosa porque sabe que el Dr. Willis se ha escabullido con Victoria para escudriñar los cielos malgaches en busca de pterodáctilos 

Justo ahí estamos ante un momento clave de la película porque trasciende que entre Tony y Helen ha habido una relación sentimental en el pasado.

Gafas de actor de películas de adultos

Peter ha viajado también a África, sin comunicárselo a Helen, que cándida ella, se cree que sigue partiéndose la espalda en el despacho. En concreto, Peter se marcha de vacaciones a la isla de Mayotte, pero no por razones laborales, sino a gozar del clima y otros placeres. De nuevo, se le traspapela el teléfono móvil "en la oficina" y se va a una tranquila cala con dos mujeres rubias.

Peter tiene más de 30 segundos para otras mujeres

Ignorando los escarceos de su chico y del Dr. Willis, que ha perdido el oremus por culpa de la arrolladora belleza  de Victoria, Helen prosigue con las grabaciones de Madagascar y concentrada en su trabajo. 

Ahora llega el turno de un  viaje en un llamativo barco Visiobul con el casco traslúcido que permite sondear el fondo marino y contemplar las formaciones de los arrecifes de coral. Helen y el equipo embarcan en este artilugio naval en el sede de Sealife en el puerto de Saint Gilles Les Bains.

Barco con matrícula de Reunión: entre eslingas y dársenas comienza una nueva excursión

En este fotograma del filme, ese poste rojo de la izquierda de la imagen nos señala el punto exacto

Foto de 2016 del mismo punto del puerto de Saint Gilles Les Bains, en los que operaban todavía esos barcos. Los Visiobul Sealife.

El interior del Visiobul, que semeja más fiable que el Titan - OceanGate

Huelga decir que seguimos, a estas alturas del largometraje, sin ningún atisbo de encontrar dinosaurios; ni del Triásico ni del Cretácico... Son lo que se conoce en las películas de terror como un villano invisible. El Dr. Willis se ha olvidado de su proyecto y con una pasmosa elusión de responsabilidad, pasa más horas con Victoria que con las cámaras tratando de confirmar sus teorías especulativas. Seguro que Geo Channel ha contemplado este tipo de incumplimientos en las cláusulas contractuales.

Ni un trilobite va a encontrar así...

Lo que, por descontado, el Dr. Willis no intuye es que la atracción física de Victoria es, en efecto, una trampa y que su vida corre serio peligro.
En una de esas tardes de recreo y distracción, cuando Tony yace en la playa en compañía de la muchacha, un fornido señor con indumentaria militar le anestesia con un pañuelo empapado en cloroformo. 

Por la espalda, como los traidores

Una escena cruel y sin censura

Con la atención del espectador somnoliento recuperada, la siguiente escena vuelve a ser protagonizada por Helen. El cineasta napolitano nos deja con el corazón el un puño, mientras la señora Thompson comenta trivialidades de un mercadillo de pulgas para su documental de museo etnográfico regional. Como detalle, Helen menciona que están filmando en "Diego Suárez", que es como se denominó a Antanamarivo hasta 1975. Esto es un guiño a la manera en la que los líderes de opinión son propensos a mantener el establishment. 

En este caso estamos ante una defensa a ultranza del colonialismo, porque Diego Suárez fue un navegante portugués del siglo XVI, que le puso nombre a esta ciudad, nombre que permaneció vigente durante casi 500 años. 

Estos gestos en los que se apuesta por el continuismo los han plasmado en el celuloide también otros directores como Danny Boyle en Slumdog Millionare con el presentador Prem Kumar, que trata de que el humilde Dev Patel no se lleve el premio de su programa, o como Adam McKay en No mires arriba, con Brie Evantee, que no acepta ni permite que un plebeyo como el Dr. Randall Mindy ponga en duda la decisión presidencial de dejar caer el cometa para obtener minerales como el itrio, el terbio, el osmio o el disprosio.  

Posando como para Playbol... 

Operación mordaza 

Con la intención de que el espectador no siga sufriendo con la suerte e integridad física del Dr. Willis, en la siguiente escena regresamos a la playa en la que el venerable Tony ha sido retenido y maniatado... Nos queda conocer la intrahistoria y los motivos que han impulsado a ese hombre misterioso con outfit de miliciano de los Balcanes a cometer un delito de tal calibre.

Pronto sabemos que se trata de otro actor, que ha enloquecido porque Tony le privó de una vida de éxitos y galardones en el teatro Kodak. Él le explica que perdió un papel en la película Moon on the sea (en español: Luna llena sobre Conil), porque Tony Willis contó falacias sobre su alcoholismo y falta de seriedad ante un importante productor del gremio. 

Miguel Barreta teatraliza un enfado mayúsculo

Patada a los higadillos

Ahora Barreta ha perdido todo su dinero y se ha quedado sin mujer... Empero, no quiere dinero, solo anhela una dulce venganza, partiendo el gaznate de Tony Willis como a un pavo en la víspera de Navidad. 

No obstante, no están solos, pues Victoria contempla toda la escena escondida entre la frondosa vegetación y ella no está de acuerdo con llegar a esos extremos. Victoria era el gancho para un secuestro con recompensa, pero sin consilium fraudis ante un hipotético asesinato.

Como vemos, usa avanzadas técnicas de camuflaje y ocultación

Antes de llevar a cabo el sangriento crimen, prefiere atar los cabos sueltos eliminando también a Victoria. Ella había sido el anzuelo perfecto para un cazador de dinosaurios con tanta testosterona pero ahora se halla contrita. 

Nunca es buena idea dejar solo a un prisionero. De primero de cine de acción.

Helen Thompson no anda muy preocupada por la desaparición de Willis

Mientras Miguel Barreta busca a la rubia, su abogado penalista realiza una llamada a Helen en representación presunta de éste para comunicar una petición muy sencilla de implementar.

"No llames a la policía o habrá consecuencias"

No exigen recompensa... lo único que piden es que no contacten con las fuerzas del orden. Más adelante conoceremos el motivo real.

Entre tanto, Victoria libera a Tony Willis, que yace dolorido en la arena, tostado por el sol, y con el miedo atenazando sus neuronas.

¡Victoria al rescate!

Y sus caminos se separan...

Con la fuerza del que revive y se creía ya hombre muerto, Tony Willis se lanza al mar y protagoniza una de las heroicidades más grandes filmadas jamás: nadar kilómetros de mar abierto, sin rumbo ni dirección, hasta alcanzar el barco de Helen Thompson, a la que sorprende con un abordaje al más puro estilo Piratas del Caribe.
Mención especial merecen sus trazas para nadar… sin sumergir la cabeza en el agua y girando la cabeza tan solo hacia el lado derecho.

Triatleta de grandes distancias... Futuro Epic5 finisher

Con la alegría del reencuentro, Helen se sincera por fin y le dice que desde la llamada del supuesto secuestrador, ha sentido las mariposas en el estómago y se ha dado cuenta de lo mucho que el ama. Sus corazones deben unirse una vez más y su relación prosperará. Un filme con muchas emociones que culmina con un abrazo de amor puro y auténtico.

Viajeros del amor

A partir de ahora, la vida profesional del Dr. Willis se va a dividir entre investigador de la neontología y en ser un solícito y servil amante de su musa Helen.

Antes de terminar esta reseña FSC, hay que desvelar un último secreto... Miguel Barreta es en realidad Michael Barrett, un agente de la CIA con una misión especial: disuadir a Tony Willis en sus intentos por encontrar esa "isla de San Borondón" en la que, ciertamente, todavía habitan algunas especies de dinosaurios en la actualidad. 

Por consiguiente, la anécdota del supuesto actor vilipendiado por Tony Willis que vio truncada una carrera meteórica en Hollywood es tan solo una falsa historia, una cortina de humo (¡no! no existe una película llama La Luna brilla sobre Conil, que ya sé que muchos lo ibais a consultar en Filmaffinity). 

Miguel Barreta, el de la secreta

El gobierno de los Estados Unidos es conocedor de este remoto y aislado lugar desde una expedición de mediados del siglo XIX, pero lo ha mantenido en un completo secreto para que no se convierta en un reclamo turístico. Esta isla desconocida se halla vigilada permanentemente por un destacamento militar que opera a una distancia prudencial, a modo de anillo de seguridad, en aguas internacionales.

La llamada del supuesto abogado del secuestrador la realizó un agente que utiliza el sobrenombre de Max (como el villano de Misión imposible I) y no solicitaba dinero porque la CIA no necesita limosnas (Felix Leiter dixit) sino que lo que quería evitar era que se alertara a las autoridades malgaches, ya que fuerzas del orden extranjeras no pueden operar en jurisdicciones de otro país sin el permiso adecuado.

El Dr. Tony Willis no es el primero ni el último paleontólogo al que han tenido que "silenciar"... pero algún día se sabrá la verdad. Como dijo Jules Renard en un famoso apotegma: "de vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientas".

FIN

VALORACIÓN: 6/10

Ficha:

Private Tropical 27 "Dangerous Rex"
Título en castellano: “Peligro T-Rex"
Año: 2006
Género cinematográfico del argumento: aventuras. Villano invisible.
Destino paradisíaco: Madagascar y Reunión
Actores estelares: Sharka Glue, Jamie Crooks, Katy Paro, George Bull, Bob Demolition, Oliver Sangus, Diana Bold, Jem Tone, Justine Langley
Dónde la puedo encontrar: Private o en una sencilla búsqueda en Google

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