La primera escena de Sexy Business acontece en el balcón principal del edificio más icónico del hotel
Habitation Lagrange, que se engasta en un frondoso valle de
Marigot, en la isla de Martinica. Se está celebrando una reunión de capital importancia para el sector de las telecomunicaciones. Un cónclave que va a cambiar para siempre el entretenimiento digital y la telefonía móvil.
Private Tropical 24 Sexy business trailer (VOSE)
Primera parte de Sexy Business en Youtube (VOSE)
Segunda parte de Sexy Business en Youtube (VOSE)
Una keynote entre palmeras
Dos de los tres asistentes a la
junta se muestran algo contrariados por aquella convocatoria con carácter de urgencia y el consecuente largo
viaje hasta el Caribe que han tenido que realizar sin previo aviso.Sin embargo, el convocante tiene algo
estratégico que comunicarles. Un invento que es un punto de inflexión, que en
geometría se conoce como aquel punto exacto en el que una parábola cambia el
sentido de su curvatura.
El anfitrión es Omar Almous, un magnate del petróleo y la perforación que invierte en el sector TIC y en el desarrollo aeroespacial. Este les agasaja con palabras. Les asegura que ellos dos son los CEO de las empresas de comunicación más potentes del
mundo y que, por ese motivo, tienen el privilegio de asistir a la cita.
La corbata no se lleva en territorio caribeño
Hans está al timón de una
multinacional alemana de telefonía con sedes en toda Latinoamérica. Se licenció en Ingeniería de
telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Berlín, con master en Gestión y analítica de datos en el Instituto Tecnológico de Massachussets.
Gérard es francés,
de padres mejicanos, y estudió en La Sorbona de París, con un MBA en el London School
of Economics. En la actualidad, dirige con mano de hierro un macroholding europeo de conectividad empresarial e internet.
Perros viejos
Su formación les avala y ambos se muestran escépticos, a la espera de obtener más información, aunque con la mente abierta. Omar, el inversor en nuevas tecnologías, les insta a teclear en su celular la combinación 69 69, pero les recomienda hacerlo en el jardín, y pospone la reunión actual sesenta minutos, para intercambiar impresiones a posteriori.
Pronto se mezcla la realidad virtual con el mundo físico
Estamos ante un microchip que
permite acceder a archivos eróticos, pirateando el cortafuegos de los celulares
privados. Estas instantáneas y vídeos pueden visionarse desde cualquier punto
del globo a cambio de una módica cuota de 1 dólar al mes. Un gran negocio digital que solo se vería superado con el advenimiento de las criptomonedas y el blockchain, años más tarde.
Además, por si los empresarios tienen dudas acerca de la adquisición del microchip, hay muchas jóvenes en el resort del millonario dispuestas a relajar tensiones y a ayudar en la negociación.
A los pies del Vesubio, el abogado mercantilista Vincent recibe una filtración de una persona de su entera confianza acerca del supuesto microchip. Bien relacionado, contacta con Deborah, una de las empleadas de Omar, para solicitarle un puesto de trabajo para una chica joven.
Por teléfono, Deborah asegura que está en la isla de San Vicente, aunque se trata de Martinica, en concreto, del hotel Habitation Lagrange que aparece también en Coral Honeymoon.
De nuevo en el Caribe, tanto Hans como Gérard ya tienen la corbata desabrochada. Donde fueres, haz lo que vieres. El microchip les ha hecho transpirar... imaginando la enorme alza potencial y el muy poco riesgo de pérdida.
Al retomar la reunión, se ajustan el nudo de la corbata...
Subo la apuesta a tres millones
Gérard pone toda la carne en el asador, pero el magnate petrolero les insta a disfrutar una semana de unas vacaciones en su resort, de su barco, de sus coches y del clima, antes de fijar una cifra. Omar, no se ha convertido en millonario gracias a una ascendencia de alta cuna y juega la partida con agudeza.
Regresamos a Italia, donde el mercantilista Vincent está cerrando con Ángela los flecos del contrato. Ella debe viajar a "San Vicente y las Granadinas" para trabajar con Deborah, al servicio de Omar Almous, antiguo socio de Vincent. Ahora ya sabemos por qué el abogado mercantilista conocía tan bien a Deborah.
Curro de ETT...
Ella le exige una subida de salario en esa primera entrevista y, para sorpresa de todos, cierran el acuerdo en ese mismo momento, sin vacilación alguna por parte de Vincent. El abogado ha dejado ver sus cartas...
En este ir y venir transatlántico, regresamos de nuevo a Martinica, en donde Hans está desgranando con sus asesores las posibilidades de una oferta, informándoles de que Gérard ya ha ofrecido tres millones, con la firme intención de conocer los límites, saber hasta dónde pueden llegar en términos de tesorería. La cifra se fija en 5 millones.
¿Cinco? Me pones la rima a huevo...
En el mismo resort, Omar se jacta de la pugna de los CEO´s, de su porvenir y de la subasta del microchip que él mismo ha financiado, y celebra con antelación otra victoria profesional, en compañía de dos amigas.
Brindemos con champán francés. Por dinero no será
Habitation Lagrange, de noche
Es noche cerrada ya en las Antillas francesas, cuando un elegante señor cruza el vestíbulo a grandes zancadas, vestido con un traje de raya diplomática, impecable, con dirección al bar en donde Omar celebra sus legendarias fiestas a lo Gran Gatsby.
El club Bilderberg de las com-tech
Se llama Carlos, es CEO y co-founder de una empresa que está desarrollando la innovadora tecnología QR en la ciudad de Barcelona. Se formó en Universidad de Bolonia en Lenguas modernas y realizó un doctorado en Cambrigde sobre Codificación de la información con nota Cum Lauder (sic)
Gérard y él se conocen, y se saludan con la efusividad de quien ha compartidos noches de taberna. Rápidamente la conversación alabea al punto clave, y juntos analizan las infinitas posibilidades del microchip 6969.
Instantes después, tras una desafortunada pregunta del francés, Carlos comienza a revivir en su retina aquella tarde que juntos compartieron en otro destino paradisíaco, en compañía de una rubia de nombre Lilian. El compositor Oreste Fiengo ambienta el recuerdo con música étnica de timbales y sabor tribal.
Empanada mental
Bien formados en todas las materias
Cambio de plano. Como el abogado afincado en Nápoles, Vincent, aventuró, Ángela llega al Caribe al día siguiente, y tras recibir la bienvenida por parte de Deborah, es entrevistada por Omar, que sabe muy bien el tipo de empleada que necesita para cubrir el aumento desmesurado de demanda.
¡Pasta a la vista!
Reunión "informalizada"
Deborah, feliz de traicionar
Por fin, entra el último aspirante al microchip, del cual no trasciende el nombre de pila. El "nuevo" se graduó en Medicina en la Universidad de Moscú, con especialidad en Psiquiatría y pronto se adentró en las oscuras enseñanzas del neurocoaching. Años después obtuvo un diploma honorífico en la Universidad de Yale por su dedicación y avances en la disciplina del control mental. Dirige la secreta y hermética división de experimentos telepáticos de la Australian Defense Force desde Adelaida.
Al "nuevo" le interesan más otras cosas...
Hans se siente un poco desplazado desde que Carlos ha llegado. Gérard pasa las horas con el catalán rememorando anécdotas. Por este motivo, es el que entabla amistad antes con el recién llegado. Juntos pasan la tarde con Sandra en la playa antillana, relajándose antes de la gran decisión.
En su aposento, cuando reina la quietud tras la caída del sol, Ángela comienza a investigar por su cuenta, pensando en su propio beneficio y le pregunta a Sandra por su tarde sobre la arena.
Sí me pinto las uñas y pregunto a la vez... ¿disimulo mi gran interés?
Sandra exagera con el tamaño del microchip...
Al día siguiente, Hans y Carlos retoman la relación porque Gérard se ha marchado de excursión en barco. Juntos descansan en el jardín del hotel de Marigot, con la mente continuamente centrada en hallar la mejor oferta para el dichoso microchip. Fiengo opta aquí por estridentes acordes electrónicos y matices techno.
En realidad, aquí es imposible concentrarse...
Después, se bañan en la piscina nudista del hotel, beben cócteles exóticos y hablan básicamente del tiempo. Hans augura que sufrirá el clima teutón a su regreso a Hamburgo. Están hartos de pensar en el dichoso microchip; comienzan a divagar y a comentar trivialidades.
Mojito mojadito
Daiquinqui
En la balconada de un edificio adyacente, Ángela, ya duchada después de la dura jornada de trabajo, pasa reporte a la parte contratante. Le manifiesta que, a su juicio, "se está moviendo algo muy grande" porque hay tres gerentes europeos de empresas top de telefonía. Y si tenemos en cuenta que el "nuevo" trabaja en el sector público australiano, la información es correcta al cien por cien.
"El tiempo es horrible", miente Ángela para no darle envidia a su jefe
Vincent mueve sus piezas con suma precisión.
Sin embargo, sin motivo aparente, Ángela descubre el ala del hotel en la que trabaja el desarrollador del microchip, de nombre Churlow y se acerca a él para sonsacarle información de primera mano y sin intención alguna de compartirla con nadie, ni tan siquiera con su patrón.
Se presenta como amiga de Almous, y Churlow, con una extraña discapacidad visual, apenas puede contener su verborrea en cuanto Ángela se le insinúa.
Churlow sufre de estrés y confiesa llevar tres meses encerrado, con el fin de terminar con el trabajo. En esa zona del resort están realizando unas reformas y el ruido de las maquinaria de construcción no le deja trabajar con la paz necesaria, lo cual se ha traducido en una postergación de la entrega final.
Armas de mujer
Bombas de mujer
Gérard telefonea a Francia, a su consigliere François, y acuerdan que el máximo en la subasta serán 6 millones de dólares. Le realiza la llamada desde el oxidado puente viejo de Sainte Marie, que ya no está en pie en la actualidad.
Regresamos ahora a Ángela, que llama a Nápoles para comunicarle al picapleitos Vincent que el contrato ha terminado porque hay mucho dinero en juego (aunque no es todavía consciente de la cantidad exacta...) y el salario no es digno.
Así pues, si quiere el microchip, deberá pagarle más. Vincent se adapta al cambio de la circunstancias del contrato, en un alarde de cintura, y dobla los emolumentos.
"¿Pero cómo sin pagar...?" Frase de Amparito, en Torrente
Asalariada... no te pases
Cuando finaliza la llamada, se amplia el plano y en la misma oficina que Vincent, están Yon y Camil, dos chinos que aceptan pujar 6 millones por el microchip. Ángela es la testaferro; la que se arriesga y roba el microchip a cambio de un puñado de euros. Vincent se lleva la gloria.
Yes, sir
En una entrega más de las conversaciones de alcoba, Ángela le pide a Sandra el pintalabios para la misión del día siguiente... Parece que comienzan a prepararse las tanquetas, los cazabombarderos y las fragatas para la gran batalla.
Estrategia militar
La guerra está a punto de llegar. ¿Es un casco de soldado o una tortuga?
Mientras tanto, el "nuevo" y Hans, se van a disfrutar del último día de playa. Como si estuvieran en Dunkerque
Está todo preparado para la traca final. La tormenta les pillará por medio... Vamos a analizar los últimos coletazos de Sexy business, que vienen calentitos. Max Bellocchio lo ha preparado todo para la detonación definitiva.
Las camareras son de las personas más cotillas que se han visto sobre la faz de la Tierra
El bar de la Habitation Lagrange es el escenario
La mecha se ha encendido. Ángela, haciendo uso de la escucha selectiva del efecto de la fiesta del cóctel, ha escuchado una conversación en la que Carlos y Hans deliberaban acerca de los términos económicos en los que navega la subasta. La muchacha apenas puede dormir esa noche y espera a una nueva jornada antes de llamar al letrado napolitano para pedir la cláusula de rescisión.
Prepara un maletín que para esto no son recomendables las transferencias bancarias...
Me van a reventar en la próxima factura telefónica con tantas llamadas en conferencia internacional...
Después de este movimiento de ajedrecista, Ángela decide pactar con Churlow, a espaldas de Omar. El millonario está desaparecido: sigue de celebración por la isla y descorchando botellas de champaña.
Ángela descubre que hay dos chips, uno que dura 2-3 días, y otro, a punto de ser culminado, con una duración sine die. El pacto es que le entregue ahora el microchip que ya está listo y horneado, del cual han circulado varias copias por la mansión Omar. Es efímero pero válido para su plan.
A continuación, ella misma le pagará con 1 millón de dólares por el chip definitivo. Omar Almous ha sido traicionado por su desarrollador, al que había tenido tres meses trabajando sin descanso. Esa ha sido una razón de peso.
Estoy desarrollando un microchip con duración eterna...
¡Qué bien suena eso!
En Europa se ha desatado otra guerra. Vincent busca dinero falso para pagar a Ángela, porque no dispone de tanto líquido y efectivo. Se reúne con un libanés falsificador, que acepta el acuerdo final a regañadientes porque solo está pensando en marcharse a una trattoria.
La película se traslada definitivamente a Europa, primera parada Nápoles
Para negociar con banqueros islámicos es mejor quitarse la chaqueta, que te hacen sudar
El banquero piensa... (yo solo quiero un calzone fritto napoletano)
Omar ha sido la primera víctima de esta guerra. También Gérard, Carlos, Hans y el cuarto en discordia han perdido la oportunidad de pujar con el microchip. Se han quedado fuera. Desaparecidos en combate.
Cabezas pensantes, estrategas, empresarios... todos vilipendiados por la ambiciosa y astuta Ángela, que ahora se reúne con Vincent al otro lado del charco, para formalizar la compraventa.
Aquí tienes el chip 5G
Móvil con politono
En la pared del despacho del abogado napolitano cuelgan litografías de inspiración racial y africana, evocando los valores y la justicia, mientras que en la reunión en cuestión, nadie hace uso de la verdad. Una gran paradoja.
Se trata de 1 millón de euros, que al cambio euro-dólar de 2006 beneficia mucho a la joven Ángela
Ni rastro de "bin ladens"... ni siquiera en el mercado de dinero falso
Una víctima más
La transacción ha sido realizada y sigue el reguero de sangre. Ángela es una arma de destrucción masiva y por donde ella pasa, no crece la hierba. La siguiente víctima de esta asesina en serie es el desarrollador, que ha volado a Budapest, escapando del secuestro encubierto que padecía en la finca de Omar.
Mi legado y grand finale. Ahora me retiraré, rico al fin
Muñeco roto...
Ángela viaja en tren hasta la capital de Hungría para realizar la transacción paga con dinero falso, pero en su defensa añadiremos que ella no era consciente de que el dinero con el que pagaba a Churlow estaba adulterado. El devop, otro gran damnificado.
La esfinge contempla en primera persona el hecho luctuoso
Cuando se despide del creador del microchip, Ángela contacta con un tal señor Brown y fijan en esa misma conexión telefónica el precio del intercambio. 3 millones dólares...
Este guiño a Reservoir Dogs no pasa desapercibido para los cinéfilos. Maletín, Sr Brown, y solo una persona superviviente.
¿Habrá segunda parte?
Corto y cierro
FIN
VALORACIÓN: 9/10
Ficha:
Private Tropical 24 "Sexy business"
Título en castellano: “Negocio venturoso”
Año: 2006
Género cinematográfico del argumento: negocios-finanzas
Destino paradisíaco: Martinica
Actores estelares: Jasmine Rogue, Tyra Missing, Frances Faubert, Grace Cap, Julia Lower, Jean Package, Pierre Wrong, Franco Trancedancer, Simone Steal, Poppy Bargain, Lucy Glove, Jamie Crooks, Lea Pelagic, Monica Onion, George Bull, Kevin Thong, Max des Cortes, Kathy Undersun, Franco Roquefort
Dónde la puedo encontrar: Private o en una sencilla búsqueda en Google
The first film of the Private Tropical saga on Reunion Island starts aboard a yacht, not far from the coast. Captain Malcomini, his brother Francesco and another sailor take care of a rich Swedish blonde. Just arrived from Stockholm, she has rented a ship trip for herself and sunbathes, relaxed.
It's midnight. Eve of a wedding in style. The engaged couple strolls through a manicured French garden in Barre Trigano Castle, accompanied by a third woman. - "It is my parents' house" says the future wife. This luxurious mansion has little of a house and a lot of a palace. Everything is going great, even the relationship with the sister-in-law seems to be quite cordial and the atmosphere is calm.
Max Bellochio decides to start this new edition of Private Tropical already in paradise, leaving the opening in Europe for another time. The camera flows around the island of Martinique, specifically the Ilet Thierry , and soon focuses on a pontoon that leads to an old hotel.
Naples. Located at the viewpoint of the Belvedere di Sant Antonio a Posillipo , the camera takes a dive down from Castel de Sant´Elmo to Piazza Sannazaro. By the hues of the sky we deduce that the sun has already hidden behind the Mediterranean.
A very brief panoramic view of a subtly colonial enclave places us directly in the paradisiacal destination. In a matter of seconds, we will be immersed in a matrimonial argument full of long faces and rudeness. There are many open wounds in the couple we see on screen, and their stormy relationship will be the common thread throughout the film.
A palatial room introduces us to this new movie of the tropical saga. A work meeting takes place, in which the manager of IEM Immobiliare, Lenka Saunder (the wellknown Jennifer Dior from the nineties), explains the details of the next business trip that her subordinates Susan and Jennifer are going to take. The destination: the paradisiacal island of Saint Loupen. The objective: to convince Bruno Le Fleur to sell his land to the company to build the IMR tourist complex there.
On the shore of the sea, on the fine white sands of the Caribbean, lies a gangster dressed in a spotless Trilby hat and electric blue sunglasses typical of a villain from the Austin Powers saga. The capo enjoys the tropical parnassus of the French Antilles, the Grande Terre island of Guadeloupe, surrounded by female deities, toasting with Moët and savoring a Cuban cigar.
A melodious tropical tune greets us in the opening credits of Max Bellocchio's Caribbean Dream. The title of this film is a clear nod to the American dream, but with palm trees and daiquiris in the equation. The composer, as this filmmaker is accustomed, is Oreste Fiengo and endless confused images are shown to us in an agitated way. We are facing a new Caribbean tragicomedy loaded with love affairs, scams and ship fuel.
The opening credits, in black and white and with a soundtrack that invites pessimism, announce that we are going to witness a tragic piece with a bad ending. What starts badly ends badly, as the popular saying goes. The close-up takes us to the very Caribbean, to a beach in the north of the Dominican Republic, where a lonely young man named Steve meditates on his current situation.
Una historia de dinosaurios que se precie debe dar comienzo en un aeródromo. Los exploradores son asiduos usuarios de estos polvorientos lugares con hedor a queroseno, sudor, aceite de motores, y un espíritu de adrenalina y aventuras dominándolo todo. Primera parada: el Aeródromo Base ULM de Cambaie cerca de Saint Paul, en la Isla de Reunión.
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